Violencia en la frontera: civiles intentan ingresar mercadería y chocan con militares
En Puerto Chalanas, un operativo de decomiso se tornó violento cuando un grupo de pasadores confrontó a la Naval boliviana en un intento por evitar la confiscación de bultos con prendas usadas, destinadas a ingresar ilegalmente a Argentina, reflejando así el creciente conflicto entre los controles fronterizos y la economía informal.
En la frontera entre Bolivia y Argentina se ha suscitado un nuevo episodio de tensión, que pone de manifiesto la compleja dinámica de comercio informal que caracteriza esta región. El incidente, ocurrido el pasado sábado en la localidad de Bermejo, involucró a efectivos del Área Naval Bermejo que intentaron frenar el cruce ilegal de mercadería hacia Salta. En respuesta a esta acción, un grupo de pasadores, conocidos como bagayeros, arremetió contra los militares con piedras, lo que derivó en un enfrentamiento que culminó con la retirada de las fuerzas armadas y la retención de la mercadería intentada a ser confiscada.
El contexto de este enfrentamiento se sitúa en un área denominada Puerto Chalanas, reconocida por ser un punto habitual de paso informal a través del río Bermejo. Según informes de medios bolivianos y testimonios de testigos, los militares intentaban secuestrar bultos que contenían prendas de vestir usadas y otros productos, incluidos alimentos, que los pasadores pretendían trasladar en pequeñas embarcaciones hacia el territorio argentino. La resistencia de los pasadores, alentada por los gritos de algunos pobladores, refleja la tensión constante que se vive en esta frontera, donde la informalidad y la necesidad económica de los habitantes locales juegan un papel crucial.
Las redes sociales se hicieron eco de las imágenes del enfrentamiento, donde se aprecia el clima de confusión y agitación, con gritos de apoyo hacia los pasadores y el daño a un vehículo militar, así como lesiones leves sufridas por algunos efectivos. Este episodio ocurre en un contexto de creciente conflictividad social y económica en la frontera, exacerbada por la fuerte devaluación del peso boliviano. Esta situación ha llevado a un aumento en el cruce de argentinos hacia Bolivia para adquirir productos a precios más accesibles, lo que ha generado una cadena de contrabando que intenta el ingreso nuevamente de estos productos al país, eludiendo los controles aduaneros.
La figura del pasador se ha convertido en un elemento cotidiano en Bermejo, donde muchos trabajadores informales realizan esta actividad como medio de subsistencia, cruzando el río repetidamente con cargas sobre sus espaldas o en embarcaciones. El cruce por Las Chalanas es considerado un "paso gris": aunque no está oficialmente habilitado para cargas comerciales, es tolerado por las autoridades locales debido a su importancia para la economía de subsistencia de la región. Sin embargo, los operativos de control, como el del sábado, intensifican la tensión en el área.
El fenómeno del contrabando no se limita a Bermejo; también se extiende a zonas rurales como La Mamora y Mecoya, donde la vigilancia es escasa y los caminos secundarios permiten el tránsito de grandes volúmenes de productos bolivianos hacia Argentina. Esta situación no solo representa un desafío para las autoridades, sino que también plantea riesgos de desabastecimiento en las poblaciones del sur boliviano. Hasta el momento, no se han registrado detenciones ni heridos graves, aunque se espera un pronunciamiento oficial por parte de la Armada boliviana. Mientras tanto, la circulación entre Bermejo y Aguas Blancas sigue siendo alta, generando expectativas sobre posibles medidas que puedan abordar y descomprimir esta situación que, sin duda, se torna cada vez más explosiva.