Este lunes se reanudó el juicio que se le sigue al ex gobernador José Alperovich por abuso sexual contra su sobrina y ex secretaria privada.

Ante la mirada del exgobernador, que sigue el debate vía zoom, fue el turno de seis testigos convocados por la defensa, entre los cuales brindó testimonio Luis Zamora, contador de la empresa familiar del ex senador, quien expresó la sorpresa que sintió al enterarse de la denuncia en boca del imputado: “Me quedé helado, no tenía explicación. Lo primero que pensé fue que era una vivada, una picardía, que lo hacía por plata”, sostuvo.

¿Podés creer que –la denunciante- me quiere denunciar por violación?”, recordó el testigo sobre lo que le comentó Alperovich meses antes de que se formalizara la denuncia en su contra a fines de 2019. “Él estaba destruido. Yo nunca he visto nada”, acotó Zamora. Luego mencionó lo primero que pensó al escuchar esa noticia.

Según explicó durante la duodécima audiencia, conducida por el juez Juan Ramos Padilla del Tribunal Oral Federal 29, Zamora se dedicaba a administrar los fondos de la campaña de 2018-2019 que emprendió Alperovich para regresar a la gobernación de su provincia. Allí conoció a F.L., de entonces 29 años, que se desempeñaba como mano derecha del ex mandatario desde fines de 2017. “Ella era muy eficiente en su trabajo”, afirmó el declarante al hablar de la sobrina segunda del imputado.

“Lo primero que pensé es que ella quería plata”, el comentario del contador de Alperovich en el juicio

Como integrantes del mismo equipo de campaña, cuyas reuniones se desarrollaban en una casa de Alperovich en la calle Martín Fierro, de San Miguel de Tucumán, que hacía las veces de un búnker electoral, Zamora se veía con frecuencia con las dos partes del actual proceso penal. En ese contexto, el defensor Augusto Garrido indagó: “¿Recuerda en esos encuentros haber visto alguna situación de maltrato verbal o físico o alguna actitud con connotaciones sexuales de parte de Alperovich?”. “Jamás”, contestó, tajante, el testigo, y luego agregó: “Su trato con las mujeres era correcto. No era un ogro, era cordial con todos”.

En rigor, la denunciante, hija de un primo hermano de Alperovich, estuvo al lado del ex mandatario entre 2017 y 2019, mientras él ejercía la senaduría nacional tras ser electo en 2015. El 24 de mayo de 2019, en plena disputa electoral para las elecciones gubernamentales, la joven presentó su renuncia. A fines de ese año publicó una carta donde acusó de abuso sexual a su tío segundo, quien pidió licencia sin goce de sueldo en la Cámara Alta. Allí se abrieron dos investigaciones -una en Tucumán y otra en Buenos Aires- que luego se terminarían unificando por orden de la Corte Suprema de Justicia.

La acusación, impulsada por el fiscal Sandro Abraldes, sostiene que el ex mandatario cometió tres hechos de abuso sexual –dos de ellos en tentativa- y seis sucesos de violencia sexual agravada por acceso carnal. Todos los delitos habrían ocurrido entre el 14 de diciembre de 2017 y el 26 de marzo de 2018 en las ciudades de San Miguel de Tucumán y Yerba Buena, y en un departamento de Alperovich en el barrio porteño de Puerto Madero.

“Lo primero que pensé es que ella quería plata”, el comentario del contador de Alperovich en el juicio

Al finalizar la declaración de Zamora, el juez ordenó el ingreso a la sala de audiencias de Antonio Rocha, quien fuera el chofer de Alperovich durante la campaña electoral donde el acusado se enfrentó –y terminó en cuarto lugar- con el entonces gobernador Juan Manzur. Allí el testigo aseveró: “Yo siempre vi que José trataba bien a todas las personas. Era carismático. Siempre conversaba, charlaba. Nunca lo vi en ninguna situación mala. Nunca lo vi que haya hablado mal con nadie, siempre lo vi bien”.

Al igual que en la jornada anterior, el testigo alimentó la hipótesis que postula que David Mizrahi, entonces candidato a concejal por el espacio de Alperovich, mantenía una relación amorosa conflictiva con la denunciante en aquella época. Bajo esos términos, la defensa está tratando de demostrar que Mizrahi estuvo detrás de la denuncia penal junto al actual diputado nacional Carlos Cisneros, hombre fuerte de Asociación Bancaria en Tucumán y reconocido adversario político del imputado.

Otra de las declaraciones del día estuvo en manos de Silvia Rojkés, hermana de la exsenadora y esposa del acusado, Beatriz Rojkés. Como integrante del equipo de Alperovich, la testigo se desempeñó durante ocho años como ministra de Educación bajo su mandato. También acompañó a su cuñado durante la campaña electoral de 2019, donde a su vez se postuló como concejal. En ese marco, comentó, conoció a la denunciante.

La testigo contestó que la denuncia le generó “mucha sorpresa” y que llegó incluso a hablar con su cuñado del tema. “Yo le pregunté qué pasó. ‘No sé, yo jamás hice nada de esto’, me dijo”. Luego agregó: “Lo hablé también con una mujer del equipo. Le dije: ‘contame, porque estoy muy sorprendida y no sé qué pasó, no sé por qué aparece de golpe esto’. Todo era una cosa en el aire, pero había una acusación muy tremenda, porque acusar a alguien de abuso es tremendo”. Y cerró con la respuesta de su interlocutora: “Tal vez haya cosas que vos no sabés”.

La próxima audiencia se llevará a cabo el jueves 23 de mayo y contará con ocho testigos de todas las partes. Uno de ellos será Gabriel Alperovich, hijo del imputado. Se prevé, por lo demás, que los primeros alegatos comiencen el 3 de junio. Según adelantó Garrido este lunes en el debate, está latente la posibilidad de que declare el ex mandatario antes del cierre del juicio.