¿Qué sucedió en la cumbre del Mercosur entre Milei y Lula?
El primer encuentro entre los presidentes de Argentina y Brasil reveló una notable distancia, pero la despedida estuvo marcada por un tono más cordial que sugiere un intento de acercamiento.

En el marco de la LXVI Cumbre de presidentes del Mercosur, el presidente argentino Javier Milei recibió a su homólogo brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, en el Palacio San Martín. El encuentro, que se realizó en un ambiente que podría describirse como reservado, comenzó con un saludo que careció de gestos de calidez, aunque se mantuvo dentro de los parámetros de la diplomacia. Esta interacción contrastó notablemente con el abrazo cordial que ambos mandatarios compartieron al final de la jornada. Lula, acompañado por el canciller Gerardo Werthein, fue el primero en saludar a Milei, seguido por un saludo protocolar a Karina Milei, secretaria general de la Presidencia y hermana del mandatario argentino, en el hall de los escritores de la Cancillería.
La llegada de Lula se vio ligeramente demorada por un inconveniente de seguridad que impidió el ingreso de su fotógrafo oficial, Ricardo Stutckert, junto a él. Previamente, habían llegado otros presidentes de la región, como Yamandú Orsi de Uruguay, Luis Arce de Bolivia y Santiago Peña de Paraguay, siendo este último el único que recibió un abrazo cálido de Milei al ser recibido. Este encuentro marcó la primera vez que ambos líderes coincidieron en Buenos Aires desde el inicio de la administración de Milei, a pesar de haber participado anteriormente en diversas cumbres del Mercosur y en foros internacionales, incluidos el G7 y el G20.
Durante la cumbre, las diferencias en las posturas de Milei y Lula se hicieron evidentes. Milei reiteró su intención de abandonar el bloque regional, mientras que Lula, quien asumió la presidencia pro tempore del Mercosur, defendió la importancia del bloque. En sus declaraciones, Lula enfatizó que "cuando el mundo se vuelve inestable y amenazador, es natural buscar refugios donde nos sentimos seguros; para Brasil, ese lugar es el Mercosur". Además, destacó que la pertenencia al Mercosur proporciona protección y que su arancel externo común sirve como un blindaje contra guerras comerciales externas, subrayando la robustez de la institucionalidad del bloque, que lo acredita ante el mundo como un socio confiable.
Lula argumentó que no es casualidad que un número creciente de países muestre interés en acercarse al Mercosur. La cumbre culminó con la formalidad del traspaso de mando, seguido de un breve abrazo entre ambos presidentes. En un momento que parecía contener cierta incomodidad, Lula extendió su mano a Milei, quien se encontraba retirándose los auriculares. Tras este breve instante, ambos líderes se levantaron, intercambiaron saludos y concluyeron el encuentro con un abrazo y sonrisas, mientras Lula se dirigía a saludar al canciller, en medio de aplausos por parte de los asistentes.