Argentina profundizará la presión sobre Maduro para exigir la liberación del gendarme
Cancillería prepara un informe con documentación para denunciar al régimen bolivariano. Nahuel Gallo lleva 35 días detenido y la Casa Rosada lo considera una “desaparición forzada”
Desde el viernes pasado, el Gobierno reconoció a Edmundo González Urrutia como el nuevo presidente de Venezuela y ratificó que Nicolás Maduro se autocoronó en el poder de forma ilegítima para perpetuarse al frente del Palacio de Miraflores. Javier Milei asume que el líder bolivariano perdió apoyo global y que su continuidad depende exclusivamente del uso de la violencia mediante el control de las fuerzas armadas y de seguridad. Por eso, el Presidente argentino profundizará la presión sobre Maduro en los organismos internacionales con el objetivo de aumentar el desgaste de Caracas y exigir la liberación del gendarme Nahuel Agustín Gallo , detenido ilegalmente en el país caribeño desde el 8 de diciembre último.
Milei siguió de cerca los acontecimientos en Venezuela durante la semana pasada. El 9 de diciembre, apoyó la movilización de venezolanos que lideró María Corina Machado un día de la asunción de González Urrutia. En esa misma jornada condenó la detención que el chavismo ejecutó sobre la líder opositora en Caracas durante unos minutos. El episodio generó incertidumbre hasta que luego fue liberado y explicó cómo había sido la situación.
El Gobierno se mantuvo cautela durante el jueves y el viernes pasado, a la espera de la posible llegada de González Urrutia a Venezuela para la asunción, quien desde República Dominicana seguía el minuto a minuto del clima de Caracas. Una serie de señales e indicios, como un par de posteos en X de Nayib Bukele , el presidente de El Salvador, despertaron esperanza sobre el desembarco del presidente electo en tierra venezolana. Finalmente, Corina Machado aconsejó por la noche, mediante un vídeo, que lo más prudente era que Urrutia permaneciera en el país del caribe donde se estaba resguardando.
Cabe recordar que Nahuel Agustín Gallo fue detenido el 8 de diciembre de 2024 en el Puente Internacional Francisco de Paula Santander, en Táchira, que une Cúcuta (Colombia) con Venezuela. El cabo primero de la Gendarmería Nacional prestaba servicio en Mendoza y había viajado a visitar a su novia venezolana ya su hijo de dos años a Caracas. Maduro pareció que se trataba de un espía, incluso lo acusó de querer atentar contra su vicepresidenta, Delcy Rodríguez , y lo secuestró. El Gobierno cuestionó la detención y rechazó las acusaciones por “ infundadas ”.
Según la información que ha podido recabar la Cancillería, Gallo permanece detenido de manera ilegal y “ bajo condiciones inhumanas ”. Para el Gobierno, es una muestra del “desprecio del régimen de Maduro por la vida y la dignidad de las personas”.
El problema que floró es que Maduro utilizó la detención de Gallo como una pieza de negociación de impunidad con Argentina y el sistema internacional. Idéntica lógica aplicada con cientos de detenidos ilegales que permanecen en Caracas sin saberse sobre sus paraderos. En los últimos días, el propio chavismo se refirió a una lista de 120 ciudadanos internacionales que permanecen secuestrados en Venezuela.
El Gobierno ejecuta una movida diplomática destinada a ampliar los interlocutores globales para obtener información sobre Gallo. Desde diciembre, Brasil ofrece apoyo consular a Argentina a través de su Embajada en Caracas. Desde allí se dio asistencia a la familia de Nahuel Gallo y se brindó datos a la Casa Rosada. No obstante, la situación aún permanece trabada.
El posicionamiento de Milei contra Maduro tensiona todo tipo de contacto diplomático con Caracas en plena discusión por la liberación del gendarme. De hecho, la Embajada argentina en Caracas continúa bajo resguardo de Brasil, desde que el chavismo expulsó en agosto de 2024 a la delegación nacional. La particularidad es que por las diferencias insalvables con el Gobierno, el régimen bolivariano no permite ni siquiera que los diplomáticos brasileños ingresen a la residencia de Argentina en Caracas .