En el contexto político actual de Argentina, se ha generado un nuevo episodio de tensión interna dentro del Gobierno. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, ha expresado su desacuerdo con la vicepresidenta Victoria Villarruel, quien se encontraba presidiendo una sesión en el Senado donde se abordaban temas relacionados con jubilaciones y discapacidad. 

A través de sus redes sociales, Bullrich solicitó a Villarruel que se retirara de la sesión, argumentando que su permanencia en la presidencia de la Cámara alta podría denigrar a la institución que representa. En sus mensajes, la ministra también acusó a la vicepresidenta de ser cómplice de lo que ella considera un kirchnerismo destructor y la instó a alinearse con los intereses del pueblo que la eligió para promover un cambio en el país. 

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Es importante señalar que, de acatar la solicitud de Bullrich y retirarse, la sesión quedaría bajo el control de la senadora kirchnerista Silvia Sapag, lo que podría afectar la dinámica de la votación. En este sentido, la oposición en el Senado, que actualmente cuenta con los números necesarios, ha logrado reunir el quórum requerido para debatir y avanzar en proyectos que generan incomodidad en el Gobierno de Javier Milei. Entre estos proyectos se encuentran las iniciativas que buscan validar los dictámenes relacionados con jubilaciones y la Ley de Emergencia en Discapacidad, ambos ya aprobados en la Cámara de Diputados.

 La jornada se prevé extensa, dado que la Cámara alta también se dispone a considerar propuestas impulsadas por los gobernadores, las cuales tienen el potencial de ser vetadas por el Presidente. En este contexto, ha surgido una notable disidencia entre los senadores de Corrientes que responden al gobernador Gustavo Valdés, especialmente tras un incidente protagonizado por Karina Milei. Durante la sesión, el tablero del Senado marcó la presencia de 42 senadores, superando en cinco el quórum reglamentario. 

Además de los miembros de la bancada de Unión por la Patria, se sumaron a la sesión varios senadores radicales, tales como Martín Lousteau, Maximiliano Abad y Pablo Blanco, así como los correntinos Eduardo Vischi y Mercedes Valenzuela. También se hicieron presentes la larretista Guadalupe Tagliaferri, la tucumana Beatriz Ávila, los representantes de Por Santa Cruz y la cordobesa Alejandra Vigo, junto a Carlos "Camau" Espínola, otro senador correntino. Este escenario ilustra la complejidad del actual entramado político en Argentina, donde las tensiones internas y los cruces entre diferentes facciones del Gobierno se manifiestan en el ámbito legislativo, afectando el desarrollo de políticas públicas y la gobernabilidad del país.