El líder del Polo Obrero, Eduardo Belliboni, ha sido procesado por el juez federal Sebastián Casanello por el delito de administración fraudulenta en perjuicio del Estado, en un caso que involucra desvíos de fondos del Plan Potenciar Trabajo.

La acusación surge tras la imputación del fiscal Gerardo Pollicita a Emilio Pérsico, otro referente piquetero, por su supuesta participación en una "maquinaria de corrupción".

La investigación ha revelado un esquema de desvío de fondos públicos a través de convenios celebrados con el extinto ministerio de Desarrollo Social, destinados a garantizar el Programa Potenciar Trabajo.

Ampliar contenido

Las acusaciones contra el dirigente de izquierda se centran en el desvío de millonarios fondos estatales, con evidencias que incluyen la presentación de facturas falsas y el uso de una empresa fantasma. El procesamiento no solo afecta a Belliboni, sino también a otras 17 personas involucradas en la misma trama de corrupción.

Casanello destacó que la verdadera intención detrás de estas maniobras no fue el cumplimiento de los proyectos sociales, sino el financiamiento de actividades político-partidarias. Al analizar la estructura creada para perpetrar el fraude, el juez subrayó la magnitud del desvío de recursos que deberían haber beneficiado a los destinatarios finales.

El juez Casanello ha identificado a varios piqueteros, incluidos Mariano Alejandro Centanni, Erica Tamara Lubenfeld, Iván Ortíz y Ezequiel Adrián Coego, como coautores de la administración fraudulenta. Asimismo, María Isolda Dotti y Gianna Puppo han sido procesadas por su participación en amenazas coactivas.