La causa por presuntas coimas y sobreprecios en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) sumó una nueva prueba que compromete aún más al exdirector del organismo, Diego Spagnuolo.

Accedieron al acta de allanamiento que confirma que el exfuncionario tenía más de 80.000 dólares en una caja de seguridad del banco BBVA, sin movimientos registrados desde al menos el 1° de enero de 2024, es decir, en los primeros días del gobierno de Javier Milei. Ese dinero nunca fue incluido en sus declaraciones juradas ni informado a la Oficina Anticorrupción (OA), según surge de los documentos presentados ante ese organismo.

El documento judicial, ya en manos del juez federal Sebastián Casanello y del fiscal Franco Picardi, detalla que la caja número 86 —internamente identificada como “N° 86 dígito 4”— fue abierta el 15 de noviembre de 2019 por el propio Spagnuolo, quien figura como único titular. Según declaró la contadora del banco, Andrea Inés Zalazar, no hubo ingresos ni retiros de esa caja fuerte desde el inicio de 2024.

La inspección fue realizada en la sucursal del BBVA ubicada en avenida Rivadavia al 4000, barrio de Almagro. El acta del procedimiento consigna que en el interior de la caja se hallaron 82.000 dólares y 2.950 euros, una cifra muy superior a los 25.000 dólares en depósitos declarados por Spagnuolo en su declaración jurada de 2024.

Esto implica que, al comenzar la gestión Milei, Spagnuolo ya tenía bajo su control esos fondos no declarados. Aún no está claro por qué nunca los incluyó en su patrimonio, pero la evidencia también derriba la hipótesis de un vaciamiento previo de la caja fuerte: la Justicia comprobó que el exfuncionario no accedió a ella para retirar documentos ni dinero antes del allanamiento.

Este hallazgo agrava la situación patrimonial de Spagnuolo, quien ya cuenta con la asistencia de defensoras oficiales y deberá ahora explicar el origen de esos fondos ante la Justicia. Un dato llamativo es que, en distintos audios incorporados a la causa, se lo escucha quejarse de los bajos sueldos que perciben los funcionarios públicos.

Paralelamente, la investigación judicial avanza en otros frentes. Un informe de la Dirección General de Investigaciones y Apoyo Tecnológico a la Investigación Penal (DATIP) reveló que el celular entregado por Spagnuolo a la Justicia no era el que utilizaba habitualmente. Según el peritaje, el dispositivo —un iPhone 16 Pro Max— fue activado por primera vez el 21 de agosto de 2025, menos de 24 horas antes del allanamiento.

Coimas en ANDIS: hallan US$80.000 no declarados en una caja de seguridad de Spagnuolo
El acta de allanamiento fue firmada por el juez federal Sebastián Casanello y el fiscal Franco Picardi.

El informe también indica que Spagnuolo conectó ese teléfono a la red WiFi de su casa, en un country de zona norte, y reinstaló la aplicación WhatsApp sin restaurar ninguna copia de seguridad. De esa forma, se eliminaron todas las conversaciones anteriores al procedimiento judicial, lo que los investigadores calificaron como una “acción deliberada de ocultamiento”.

“La Justicia está segura de que Spagnuolo entregó un celular que no era el suyo”, aseguraron fuentes con acceso al expediente. Consideran que cambiar de equipo fue una maniobra preventiva ante el avance de la causa.

En medio del avance judicial, Spagnuolo también enfrenta complicaciones con su defensa legal. Esta semana quedó representado por el defensor oficial Diego Silva, tras la renuncia de sus abogados particulares, Juan Aráoz de Lamadrid e Ignacio Rada Schultze.

La situación del exdirector de la ANDIS se torna cada vez más delicada. A los elementos patrimoniales y tecnológicos se sumó la declaración de Fernando Cerimedo, exasesor de La Libertad Avanza, quien afirmó que fue el propio Spagnuolo quien le confesó detalles sobre un presunto sistema de retornos en licitaciones públicas. Según su testimonio, parte del dinero recaudado habría llegado hasta la Casa Rosada, con conocimiento de la ministra Sandra Pettovello e incluso del presidente Javier Milei.