Cristina Kirchner reapareció con un video casero desde su prisión domiciliaria: “La salud me alcanza y me sobra”
Máximo Kirchner compartió en Instagram un breve clip donde muestra a su madre cocinando en su departamento de San José 1.111. Fue la primera aparición pública de la expresidenta desde que cumple prisión domiciliaria.
Por primera vez desde que cumple prisión domiciliaria, Cristina Fernández de Kirchner apareció en un video casero publicado por su hijo, el diputado nacional Máximo Kirchner, en su cuenta de Instagram. En la breve escena, se la ve cocinando huevos revueltos con palta en la cocina de su departamento de la calle San José 1111, en el centro porteño.
El video, titulado por Máximo como “Sábado al mediodía”, muestra a la expresidenta de espaldas, mientras charla distendidamente con su hijo sobre las propiedades del desayuno y la coyuntura política. La escena mezcla lo íntimo con lo político: mientras cocina, el diputado le comenta que "se están peleando ahí Villarruel y coso", en referencia al cruce entre Javier Milei y su vice, Victoria Villarruel.
El diálogo transcurre de forma sencilla:
— Máximo: ¿Te hacés vos el huevo revuelto?
— Cristina: Sí.
— Máximo: ¿Con palta?
— Cristina: Sí.
— Máximo: ¿Proteína?
— Cristina: Sí.
— Máximo: ¿Son buenas para la pelea?
— Cristina: Ehhh, no sé si son buenas para la pelea. Son buenas para la salud... y con eso me alcanza y me sobra.
— Máximo: Y sí, con salud.
— Cristina: Y claro.
El clip, de apenas unos segundos, fue suficiente para desatar una ola de reacciones. En menos de una hora superó las 200 mil reproducciones, cosechó decenas de miles de “me gusta” y cientos de comentarios. Entre los mensajes destacados se encontraron los de la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, quien escribió: “Los queremos mucho”, y el de la diputada Gabriela Estévez: “Los amamos”.
El video se difundió horas después de que la Cámara Federal de Casación Penal ratificara las condiciones impuestas a Cristina en el marco de la prisión domiciliaria por la causa Vialidad, en la que fue condenada a seis años de prisión. Los jueces Gustavo Hornos, Diego Barroetaveña y Mariano Borinsky resolvieron mantener la tobillera electrónica y el régimen de visitas restringidas. La mayoría sostuvo que ambas medidas “permiten un control judicial efectivo y resguardan la seguridad procesal de la imputada”.
En disidencia, Borinsky consideró que la tobillera era innecesaria ya que la expresidenta cuenta con custodia permanente de la Policía Federal, y que los dispositivos electrónicos deberían reservarse para otros casos.