El Gobierno de la República Argentina comunicó la eliminación de la jornada no laborable correspondiente al Día del Empleado Público. Esta decisión responde a un planteamiento de equidad entre los sectores público y privado, dado que se considera que dicho asueto representa un privilegio que no se encuentra disponible para la mayoría de los trabajadores en el ámbito privado. La medida busca, según las autoridades, alinear las condiciones laborales y fomentar una mayor eficiencia y responsabilidad en el funcionamiento del Estado.

Durante la conferencia de prensa, el vocero gubernamental Manuel Adorni expresó: El Estado no es un espacio para otorgar beneficios especiales ni días sabáticos que no tienen justificación”. Con esta afirmación, se busca reforzar la idea de que el trabajo en el sector público debe ser igual de exigente y productivo que en el sector privado. Además, Adorni destacó que “ese día libre se financia con el aporte de cada contribuyente del país”, subrayando la necesidad de un servicio público eficiente y comprometido.

El vocero presidencial, Manuel Adorni
El vocero presidencial, Manuel Adorni

El funcionario también se refirió a la transformación de la percepción del Estado en la sociedad, afirmando que: “La Argentina que ponía al Estado por encima del sector privado es parte del pasado”. Este comentario pone de relieve una intención de modernizar la administración pública, adaptándola a los estándares actuales del mercado laboral. Cabe mencionar que el asueto estaba programado para el 27 de junio, y la revocación de esta jornada llega a menos de 48 horas de su celebración, lo que podría generar inconvenientes para aquellos empleados que habían planeado actividades durante un posible fin de semana largo.

La celebración del Día del Empleado Público se remonta a 1978, año en el que la Organización Internacional del Trabajo (OIT) adoptó el Convenio 151 y la Recomendación 159, que se relacionan con el derecho a la negociación colectiva y las relaciones laborales de los trabajadores del Estado. Esta jornada ha sido, tradicionalmente, un reconocimiento a la labor de los empleados estatales, que desempeñan un papel fundamental en el funcionamiento del país.