El Gobierno enfrentará esta semana una agenda mediática que estará protagonizada por la continuidad de los reclamos de recomposición salarial en el Hospital Garrahan, así como la sesión convocada por la oposición en la Cámara de Diputados, que buscará tratar proyectos para aumentar las jubilaciones y declarar la emergencia en discapacidad.

Aunque en diferentes dimensiones, ambas cuestiones apuntan a un incremento del gasto que el Ejecutivo no está dispuesto a relegar. “No hay ninguna chance de que toquemos el Presupuesto”, afirmó ante una altísima figura de la Casa Rosada.

Las expectativas del oficialismo para el miércoles no serían buenas. Creen que Unión por la Patria, Encuentro Federal, Democracia para Siempre, Coalición Cívica y el Frente de Izquierda terminaron de configurar un temario de sesión que tiene chances de conseguir quórum y, posteriormente, que se aprueben algunos de los temas clave. Si esto se da en Diputados, donde La Libertad Avanza tiene más margen de acción, el panorama pretende ser más desalentador para el Senado.

Es por eso que en la Presidencia de Diputados comenzaron a elevar públicamente las consecuencias de que las iniciativas de aumento jubilatorio y extensión de moratoria se aprueben. “Proponen una sesión con proyectos de ley que, de aprobarse, tendrían un costo fiscal de más de 12.000 millones de dólares (1.8% PBI). Se esconden una vez más detrás de causas nobles con el solo fin de intentar romper el equilibrio fiscal que tanto nos costó conseguir”, publicó Martín Menem en su cuenta de X.

Ampliar contenido
X de Martin Menem

Esta es la misma línea que rige en la Casa Rosada, aunque le delegan a Menem el grueso de las negociaciones para que no haya quórum. Muy cerca de Milei se limitan a decir que vetará todas las iniciativas que le dificulten su meta de déficit cero, una de las anclas más importantes que tiene para mostrar el Gobierno de cara a los mercados.

“Los números para ambos vetos están, y a Javier no le tiembla el pulso”, afirman. No sería la primera vez que deba recurrir a ese instrumento. El año pasado ya lo hizo con el aumento de jubilaciones y la suba del presupuesto universitario que se habían sancionado el año pasado: terminó sin grandes costos políticos, ya que si bien perdió apoyo en el corto plazo, lo terminó por recuperar en el mediano y largo plazo. A los ojos de Milei, sus estrategas políticos y su gabinete económico, es preferible recibir los achaques mediáticos a que no dar señales contundentes de rigidez fiscal.

Dos semanas atrás, la oposición no alineada había convocado a sesionar con un temario similar, pero Menem logró persuadir a varios gobernadores para que no den quórum. ¿Qué diferencia hay respecto a la vez pasada? Que esta vez no está en los papeles la creación de la Comisión $LIBRA, un tema en el que algunas provincias aceptaban bajar a sus diputados con tal de no incomodar a los Milei. Sin eso sobre el horizonte, se reducen las cartas que tiene el oficialismo para negociar. “Los gobernadores tampoco van a bajar a sus legisladores todas las veces que quiera la Casa Rosada”, explica una alta fuente en Diputados.

La extensión de la moratoria tiene menos probabilidades de ser aprobada que otras iniciativas en carpeta. Pero si las iniciativas que prevén una suba del 7,2% en las jubilaciones y pensiones, y además proponen otorgar un incremento en el bono extraordinario de $ 70.000 a $ 105.000 o 115.000. El equipo económico calculó un costo de 1,3% del PBI para esta última iniciativa.

Antes del miércoles, la agenda estará atravesada por el conflicto en torno al Hospital Garrahan. El Gobierno anunció a través de los canales oficiales del nosocomio un incremento en los bonos a residentes que llevan a $ 1.300.000 su salario de bolsillo.

En rigor, el oficialismo quiere separar la demanda de los residentes respecto del resto del personal y que la asamblea general del martes pierda fuerza.

Los médicos residentes no aceptaron la oferta que figuró en el comunicado, alegando que no les llegó ninguna oferta de parte del Ministerio de Salud, que son quienes emplean a los residentes tanto en el Garrahan como en los demás hospitales nacionales. “La medida será comunicada a través del sistema de comunicación interna el día lunes porque los domingos ‘no están disponibles’”, explicó ayer el ministro de Salud, Mario Lugones.

En un comunicado publicado ayer, los residentes solicitaron conocer cómo es la propuesta formal de parte del Ejecutivo. El aumento anunciado refiere a un aumento de 30% en el bono que reciben, llevándolo a $500.000. Esto no implicaría un incremento en el salario básico, que actualmente es de $797.000. Por esta cuestión, desde este sector afirman que “la medida de fuerza no tuvo ningún cambio”. Esta noche, los médicos residentes harán una “marcha de las velas” que tendrá como emplazamiento último el Obelisco porteño. / Infobae

Ampliar contenido
Gobernadores reclaman reactivar la obra pública ante el alarmante deterioro de las rutas nacionales