La Universidad Torcuato Di Tella, a través de su Escuela de Gobierno, ofrece en agosto de 2025 una fotografía nítida y preocupante sobre la relación entre los ciudadanos y el Ejecutivo: el Índice de Confianza en el Gobierno (ICG) alcanzó 2,12 puntos, su punto más bajo desde el inicio del mandato de Javier Milei. El valor, medido en una escala que va de 0 a 5 y que permite la comparación histórica entre administraciones, implica una caída mensual del 13,6% y una merma interanual del 16,5%.

El estudio, sustentado en una encuesta nacional realizada por Poliarquía Consultores entre el 1 y el 14 de agosto sobre una muestra probabilística de 1.000 personas mayores de 18 años residentes en ciudades de más de 10.000 habitantes, revela que la declinación afectó a los cinco componentes que integran el ICG:

IndicadorPuntuaciónVariación (%)
Percepción sobre la honestidad de los funcionarios2,54-9,9%
Valoración de la capacidad para resolver los problemas del país2,46-14,6%
Evaluación de la eficiencia en la administración del gasto público2,10-13,2%
Evaluación general del gobierno1,78-12,8%
Preocupación por el interés general1,73-18,2%

El informe contextualiza este retroceso:

ConceptoValorPeriodo/Comparación
Media ICG - Gobierno Milei (20 meses)2,4820 meses de gobierno
Media ICG - Gobierno Mauricio Macri (mismo lapso)2,58Mismo lapso temporal
Media ICG - Gobierno Alberto Fernández (mismo lapso)2,17Mismo lapso temporal
ICG agosto 2025(nuevo piso)Percepción pública: retroceso
Diferencia: agosto 2025 vs agosto 2017-16,3%Agosto 2017: 2,53
Diferencia: agosto 2025 vs agosto 2021+14,3%Agosto 2021: 1,85

La caída no fue homogénea entre grupos sociodemográficos. Por edad, la confianza se mantuvo relativamente más alta entre quienes tienen 50 años o más (2,16 puntos, aunque con una caída del 14,6%), mientras que los jóvenes de 18 a 29 años registraron 2,11 puntos (-24,4%) y el segmento de 30 a 49 años mostró 2,08 puntos (-8,0%). En términos regionales, el interior del país presentó el ICG más elevado (2,39 puntos, -7,4%), mientras que la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y el Gran Buenos Aires se ubicaron en niveles más bajos: 1,76 (-28,2%) y 1,68 (-23,3%), respectivamente.

El nivel educativo mostró una relación clara con la percepción: quienes poseen educación terciaria o universitaria anotaron un ICG de 2,31 puntos (-7,6%), los que completaron hasta secundaria 1,96 puntos (-20,0%) y las personas con educación primaria apenas 1,50 puntos (-30,2%). La experiencia con la inseguridad también condiciona la confianza: quienes no fueron víctimas de delitos en el último año presentan un ICG de 2,25 puntos (-11,1%), frente a 1,73 puntos (-22,4%) entre quienes sí lo fueron.

La expectativa sobre la evolución económica resulta, según el informe, el factor más correlacionado con la confianza. Entre quienes creen que la economía mejorará en un año, el ICG alcanza 4,15 puntos (una leve baja del 0,5%). En contraste, quienes esperan que la situación se mantenga igual registran 2,46 puntos (-12,5%) y los que prevén un empeoramiento obtienen 0,56 puntos (con un leve aumento del 1,8%).

Los investigadores advierten que, aunque la caída de agosto interrumpe la estabilidad observada en los cuatro meses previos, no constituye un hecho sin precedentes: en septiembre del año pasado el ICG había mostrado un valor de 2,16 con una caída mensual del 14,8%, ligeramente peor que la registrada en el mes bajo análisis. No obstante, el contexto político y económico de agosto aporta elementos que ayudan a explicar el clima adverso: derrotas legislativas del oficialismo, episodios de alta volatilidad en los mercados con tasas intradiarias que superaron el 100% y una crisis pública que aún no llegó a reflejarse en la encuesta —pues esta se realizó en las primeras dos semanas del mes— ligada a la difusión de un audio en el que un funcionario aludía a un supuesto circuito de coimas.

El margen de error estimado para el ICG es ±0,06 puntos (95% de confianza), con un intervalo entre 2,00 y 2,24 para el total de la muestra. En su conclusión, la Escuela de Gobierno de la Universidad Torcuato Di Tella subraya que la variación negativa afectó a los cinco componentes del índice, reflejando un deterioro generalizado en la percepción ciudadana sobre la gestión de Milei. Asimismo, señala que la confianza permaneció relativamente mayor entre hombres, habitantes del interior, personas con educación superior, quienes no sufrieron delitos recientemente y quienes mantienen expectativas económicas positivas.

La radiografía que entrega el ICG de agosto plantea preguntas sobre la estabilidad política y social en un momento de alta sensibilidad económica. Para el gobierno, los datos suponen la necesidad de calibrar mensajes y acciones que remitan a mayor capacidad de gestión y a reducción de la incertidumbre; para la oposición y la ciudadanía, constituyen un indicador de la ventana de oportunidades y de riesgos que atraviesa la administración en su vigencia. En esa intersección se juega, por ahora, la continuidad de una confianza que, al menos en las mediciones de la UTDT, se ubica en su punto m��s bajo desde el inicio del mandato.