Jaldo viajaría a Buenos Aires para una reunión del PJ y para negociar el Presupuesto 2026
La derrota electoral de La Libertad Avanza en las elecciones bonaerenses, despertó un sinfin de reacciones en todo el arco político del país. Los mensajes, publicados en la red X por referentes provinciales como Maximiliano Pullaro, Martín Llaryora, Gustavo Sáenz y Osvaldo Jaldo, coincidieron en reclamar hechos por encima de los gritos. En sus palabras, la demanda es clara: paz social, trabajo, seguridad y crecimiento desde el interior productivo del país.
En Tucumán, fuentes cercanas al gobernador Osvaldo Jaldo indicaron que el mandatario podría viajar este lunes a Buenos Aires para participar de una ronda de evaluación electoral en el seno del Partido Justicialista nacional. Otro que también pretende estar presente en la reunión partidaria es el senador Juan Manzur, quién ayer buscaba pasajes para emprender el viaja a la “ciudad de la furia”. La intención, según trascendió, no se limita a analizar los resultados de la elección bonaerense, sino también a reperfilar la estrategia de cara a las legislativas del 26 de octubre.
La prudencia que muestran estos gobernadores se entiende en clave de calendario: en una semana comienza una nueva negociación clave con la Casa Rosada, la que definirá la distribución de partidas del Presupuesto 2026. El Ministerio de Economía tiene tiempo hasta el 15 de este mes para presentar el proyecto en el Congreso y, antes de esa presentación, los mandatarios provinciales buscan certezas sobre cómo se determinará el reparto de fondos de coparticipación federal.
La derrota electoral en la provincia de Buenos Aires aportó a ese escenario un factor de peso. Los mandatarios del interior llegan con mayor urgencia y, según fuentes consultadas, con menos margen para concesiones: pretenden evitar recortes que comprometan la operatividad de sus distritos y, al mismo tiempo, intentar que el gobierno nacional asigne obras estratégicas. No es un detalle menor: en paralelo se discutirá una reforma impositiva que, entre sus puntos, contempla un nuevo esquema distributivo de fondos federales.
Más allá de las fotos y las declaraciones de unidad, lo que está en juego es la capacidad de los gobernadores para influir en decisiones que impactan directamente en sus provincias. La elección de este domingo reordenó el tablero político y les dio a los mandatarios un motivo adicional para hacerse escuchar: frente a la amenaza de “motosierra” presupuestaria y a una gestión que pretende reducir la discrecionalidad, buscan preservar recursos y proyectos que sostienen la actividad local.
Las próximas reuniones en Buenos Aires tendrán que zanjar no solo balances políticos, sino decisiones concretas sobre cuánto y cómo repartir fondos que condicionarán la gobernabilidad de muchas provincias durante 2026.