El presidente Javier Milei ha decidido no tomarse vacaciones este verano y continuar trabajando en la Quinta de Olivos, acompañado de sus perros. Fiel a su rutina laboral, Milei priorizará las tareas de gestión, en línea con su compromiso de austeridad, una consigna que también ampliará a sus funcionarios.

El mandatario solicitó evitar destinos considerados ostentosos, como Punta del Este, Miami, Nueva York o Europa, y recomendó coordinar recesos cortos y programados entre fines de diciembre y enero. Cada funcionario deberá garantizar reemplazos adecuados para que la administración funcione sin interrupciones duraderas.

Bajo el lema “no hay plata” y tras implementar “el ajuste más grande de la historia”, el Gobierno busca que los recesos reflejen prudencia y moderación. Este enfoque busca marcar un contraste con gestiones anteriores, donde algunos destinos vacacionales generaron polémica por su costo o extravagancia.

Milei, quien se ha definido como un “adicto al trabajo”, se enfocará en sus tareas desde Olivos. Su entorno resaltó que el Presidente considera prioritario transmitir con su compromiso con la responsabilidad y la austeridad en esta etapa de su gestión.