Este domingo se llevarán a cabo las elecciones municipales de la ciudad de Córdoba, donde se elegirá al nuevo intendente y viceintendente, 31 concejales titulares, 10 concejales suplentes del Concejo Deliberante, 5 vocales titulares y 5 suplentes del Tribunal de Cuentas, luego de los comicios provinciales que cerraron no exentos de polémica. Aunque a priori parece una contienda local, el resultado tiene una fuerte implicancia a nivel nacional, en particular, para la interna de Juntos por el Cambio.

El actual titular de la intendencia es el flamante gobernador electo Martín Llaryora, de Hacemos Unidos por Córdoba, el peronismo local dirigido históricamente por Juan Schiaretti y el fallecido José Manuel de la Sota. 

En los comicios del pasado 25 de junio, Llaryora resultó electo a la Gobernación con el 45,20% de los votos, frente al 41,86% de Luis Juez, el candidato de Juntos por el Cambio. Ahora, el oficialismo cordobés quiere repetir la hazaña en una elección que se dirime principalmente entre los dos mismos espacios.

Sin embargo, desde Juntos por el Cambio apuestan por mantener la racha ganadora de los últimos tests federales, en San Luis, San Juan y Santa Fe. El próximo domingo, además, se votará en Chubut. Si bien es solo una ciudad, en la coalición opositora le dan una valoración nacional. Y en esa disputa, tanto Patricia Bullrich como Horacio Rodríguez Larreta quieren la foto del triunfo si el ganador es el postulante de la coalición.

La proyección nacional

Los principales postulantes son el actual viceintendente Daniel Passerini por Hacemos unidos por Córdoba, y el diputado nacional del radicalismo Rodrigo de Loredo por Juntos por el Cambio.

Para el oficialismo cordobés sería difícil nacionalizar los resultados de estos comicios, ya que, en el caso de que salgan victoriosos, el candidato presidencial que realmente se podría adjudicar el resultado es Juan Schiaretti, que no es considerado uno de los principales contendientes, y un intento de proyectar al ámbito nacional un resultado positivo en la provincia donde es gobernador difícilmente sería tomado en serio por la opinión pública. Además, si no se planteó con la victoria de Llaryora, es improbable que se intente hacerlo con una elección municipal.

Una victoria de Rodrigo de Loredo, sin embargo, sería un capital político importante para Juntos por el Cambio. Pero a diferencia de la reciente victoria de Maximiliano Pullaro en las PASO santafesinas, su resultado sería de lectura para la interna nacional.

De Loredo evitó involucrarse en la competencia Larreta-Bullrich. "En la elección de Córdoba se vota lo de Córdoba. Recibo a todos los dirigentes, viene Patricia, estuvo Horacio, vino Mauricio y se puso a disposición. Pero nosotros estamos planteando, todo nuestro equipo está planteando, una campaña en donde el cordobés -porque creo que es lo que corresponde- vote la opción de ciudad que nosotros les proponemos", dijo recientemente.

También especificó que, en caso de que ganara, le gustaría tener a los dos precandidatos presidenciales presentes en su búnker, que podría ser un gesto de unidad importante en unas primarias que parecen incrementar constantemente en su nivel de hostilidad. 

Así y todo, su indefinición en la interna sería solo momentánea: De Loredo forma parte de la línea Evolución de la UCR, liderada nacionalmente por Martín Lousteau, que apoya al jefe de Gobierno Porteño. Y según pudo saber El Cronista, el candidato ya tendría decidido su voto por el binomio Larreta-Morales en la puja nacional./cronista.com