Tras el debate presidencial del domingo, Javier Milei y Mauricio Macri se reunieron en el Hotel Libertador, donde el candidato de La Libertad Avanza (LLA) tiene el búnker desde donde centraliza su campaña.

Según trascendió, fue el expresidente quien pidió la reunión y concurrió a Av. Córdoba al 600 para, entre otros temas, discutir algunos pormenores del último debate, donde Milei habría quedado algo desdibujado ante el electorado indeciso.

Aunque las fuentes descartaron que se haya producido algún tipo de polémica durante el encuentro, el candidato le habría pedido a Macri alguna explicación sobre la ausencia de referentes del PRO en la Facultad de Derecho de la UBA, algo que llamó mucho la atención de analistas imparciales.

Pero la cuestión que siguió a algún pase de facturas entre uno y otro, fue la del proceso de fiscalización durante el balotaje, especialmente en territorio bonaerense, donde el ala dura del PRO ha tomado la mayor responsabilidad.

Tras la primera vuelta y el inmediato pacto que el libertario celebró secretamente con Macri y Patricia Bullrich, son los macristas Néstor Grindetti, Cristian Ritondo, Diego Santilli y Javier Iguacel quienes tomaron la responsabilidad de realizar el armado para la fiscalización, coordinando el operativo con Guillermo Ferraro, eventual ministro de Milei, y el operador político Sebastián Pareja.

De acuerdo a fuentes partidarias, Macri y su anfitrión abordaron las “líneas gruesas” del operativo fiscalización que tanto obsesiona a Milei, quien ya adelantó que no reconocerá una posible derrota ante Sergio Massa al abrir el paraguas bajo el cual grita “fraude”./ Minuto Uno