Mariano Campero protagonizó un cruce en el rectorado de la universidad
En plena rueda de prensa, el diputado nacional tuvo un ida a y docente con docente de ADIUNT por el veto presidencial a la ley de financiamiento universitario.
La protesta en el Rectorado de la Universidad Nacional de Tucumán protagonizó un tenso cruce verbal entre docentes de la asociación ADIUNT y el diputado nacional Mariano Campero, en el marco del rechazo al veto presidencial sobre la ley de financiamiento universitario. La manifestación, convocada por sectores docentes y estudiantes, reclamó por mayores recursos para la educación superior y cuestionó decisiones legislativas que, a su juicio, habrían reducido la capacidad de inversión en salarios e infraestructura.
Desde ADIUNT insistieron en la necesidad de reabrir la discusión sobre recursos y condiciones laborales para el personal universitario, mientras que sectores afines al diputado cuestionaron la presencia de grupos doctrinarios en la movilización. En ese contexto, las autoridades de la casa de estudio buscarán mediar entre las partes para avanzar en un cronograma de diálogo que permita atender reclamos salariales y preservar la normalidad académica.
Al retirarse del edificio luego de una reunión con autoridades académicas, Campero fue increpado por manifestantes que le gritaron que se retire del establecimiento. Según los asistentes, los reclamos incluyeron cánticos en contra del presidente Javier Milei y consignas dirigidas al legislador. Desde los altoparlantes también se lo calificó como “fascista y caradura”, mientras que los docentes señalaron que su voto en el Congreso favoreció iniciativas del oficialismo que perjudicaron el presupuesto universitario.
El diputado dio su versión ante la prensa y relativizó el conflicto. “No eran docentes, eran militantes del Frente de Izquierda que buscan generar conflicto. Yo tengo una excelente relación con la universidad, siempre la he defendido y considero fundamental que el Gobierno nacional tenga gestos sensibles hacia ella”, afirmó. Campero subrayó, además, la necesidad de equilibrar las cuentas públicas y reconoció que el sistema universitario requiere mayor financiamiento, sobre todo para investigadores y docentes.