Aunque el Congreso sigue prácticamente vacío por el receso invernal, la actividad política se mantiene en plena ebullición. Mientras el presidente Javier Milei aguarda hasta el último momento —este lunes— para firmar los vetos al aumento de las jubilaciones, la restitución de la moratoria previsional y la declaración de emergencia en discapacidad, su equipo trabaja contrarreloj para asegurar los votos que garanticen el blindaje a su decisión.

El jefe de Gabinete, Guillermo Francos; el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem; y el titular del bloque oficialista, Gabriel Bornoroni, lideran las gestiones para reunir al menos 87 votos, la cifra mágica que permitiría bloquear cualquier intento opositor de rechazar los vetos. La clave está en alcanzar al menos un tercio de los votos y frenar los dos tercios necesarios para revertir las medidas del Ejecutivo.

En ese escenario, todas las miradas se posan sobre el PRO, donde persisten algunas dudas internas. En la última sesión en la que se debatió el aumento jubilatorio, nueve diputados del espacio que responde a Mauricio Macri se abstuvieron, lo que encendió las alarmas en La Libertad Avanza. Sin embargo, ahora predomina la sensación de que la mayoría del bloque se alineará con el oficialismo.

Los libertarios descuentan que los diputados Álvaro González y Héctor Baldassi no apoyarán los vetos, y siguen de cerca los movimientos de María Eugenia Vidal, Silvia Lospennato y Sofía Brambilla, quienes todavía no definieron una postura clara.

María Eugenia Vidal y Cristian Ritondo (Adrian Escandar)
María Eugenia Vidal y Cristian Ritondo (Adrian Escandar)

Según pudo saber Infobae, Vidal evalúa abstenerse. En una reciente entrevista con La Voz del Interior, marcó distancia tanto del kirchnerismo como del Gobierno:

“El proyecto del kirchnerismo es malo. Pero también le estamos diciendo a los jubilados que no hay respuesta. Tampoco estoy de acuerdo”, planteó.

En el caso de Lospennato, su voto es una incógnita tras su distanciamiento con los libertarios por la caída del proyecto de Ficha Limpia y las tensiones en la campaña porteña. Aunque fuentes cercanas al PRO advierten:

“Si hay un acuerdo entre el PRO y La Libertad Avanza en CABA, es difícil que Vidal y Lospennato se corten solas”.

Sofía Brambilla, en tanto, podría definir su postura en función de los acuerdos políticos del gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés, mientras que Ana Clara Romero, cercana al gobernador chubutense Ignacio Torres, también permanece en duda.

El resto del bloque amarillo se inclinaría por acompañar al Gobierno. Figuran entre los nombres más firmes Luciano Laspina, María Sotolano, Martín Ardohain, Gabriela Besana y Germana Casas.

Desde La Libertad Avanza aseguran que ya cuentan con 33 de los 35 votos del PRO, aunque evitan brindar detalles. Además, el bloque sumó un respaldo clave: los integrantes de la Liga del Interior —llamados “radicales con peluca”— conformarán un interbloque con el oficialismo. Entre ellos están Mariano Campero, Martín Arjol, Luis Picat, Federico Tournier, Francisco Monti y Pablo Cervi, más la aliada tucumana Paula Omodeo. Con ellos y los tres diputados del MID, el oficialismo llega a 49 votos duros.

Diputados de La Liga del Interior conformarán un interbloque con LLA
Diputados de La Liga del Interior conformarán un interbloque con LLA

A eso podrían sumarse al menos cuatro diputados del bloque Innovación Federal, que responde a los gobernadores de Salta, Misiones y Río Negro, y posiblemente algunos radicales cercanos a Alfredo Cornejo, como Pamela Verasay y Lissandro Nieri, o incluso Rodrigo de Loredo, jefe del bloque de la UCR, que negocia una alianza con Milei en Córdoba.

“Todavía falta”, se limitan a decir en el oficialismo, mientras en el PRO reconocen: “Si se caen los vetos, puede haber un gran impacto en los mercados. Hay que conseguir esos votos, como sea”.

Alfredo Cornejo y Guillermo Francos
Alfredo Cornejo y Guillermo Francos

Este lunes Milei firmará los vetos y, a partir de entonces, la oposición deberá decidir cuándo y cómo los llevará al recinto. Algunos especulan con usarlos como bandera durante la campaña, mientras otros temen regalarle al Gobierno una nueva victoria parlamentaria.