En la noche del domingo 26 de octubre, tras la amplia victoria de La Libertad Avanza en las elecciones legislativas nacionales, el presidente Javier Milei pronunció un discurso desde el hotel Libertador en el que trazó las líneas políticas de la segunda mitad de su gestión. Con un tono celebratorio pero orientado a la construcción de consensos, el mandatario adelantó su intención de impulsar reformas que, dijo, serán negociadas con aquellos gobernadores y legisladores con los que el oficialismo logre diálogo.

Milei subrayó que en numerosas provincias las segundas fuerzas fueron espacios del oficialismo local y no del kirchnerismo, a lo que definió como una señal de racionalidad y afinidad con principios promercado. “Nos alegra saber que en muchas provincias las segundas fuerzas no fueron del kirchnerismo, sino del oficialismo provincial (en cada caso). Oficialismos que son actores racionales, procapitalistas y a los que uno más uno les da dos”, sostuvo desde el escenario. En esa línea, invitó a la mayoría de los gobernadores que obtuvieron representación parlamentaria a participar de la elaboración de acuerdos que permitan convertir en leyes las consignas del llamado Pacto de Mayo.

El presidente celebró además el resultado electoral obtenido por su espacio: “El esfuerzo se ha plasmado en este hermoso 41% de votos”. Señaló que, según su lectura, el electorado se manifestó en contra de un retorno al pasado y enfatizó la diferencia con el kirchnerismo: “Dos de cada tres argentinos no quieren volver al pasado. No solo eso, le sacamos 14 puntos de diferencia al kirchnerismo”.

En su intervención, Milei agradeció a los principales referentes de su coalición y a los integrantes del gabinete, recordó la implementación de la boleta única de papel como una mejora en el sistema de votación y describió la jornada como “histórica” para el país. “El pueblo argentino ha decidido dejar atrás 100 años de decadencia y persistir en el camino de la libertad, el progreso y el crecimiento. Hoy pasamos el punto bisagra, hoy comienza la reconstrucción de la Argentina grande”, afirmó.

El mandatario reiteró su rechazo al populismo y presentó el triunfo como un mandato para encarar cambios profundos: “Basta de populismo, populismo nunca más. Al igual que en 2023, somos muchísimos más los argentinos que quieren avanzar. Nuestra prioridad va a ser darle a los 47 millones de argentinos un futuro mejor, un futuro que se merecen”.

Finalmente, Milei reafirmó la necesidad de abordar problemas estructurales que, a su juicio, condicionan al país: la inflación, la inseguridad y el fracaso de modelos previos. Con la victoria electoral como telón de fondo, convocó a sentarse a discutir “las bases para una Argentina distinta”, una transformación que, según su diagnóstico, recién comienza a delinearse tras estos comicios.