A diferencia de lo que se acostumbra, que es la presencia del presidente de la Nación en Rosario para jurar a la bandera y homenajear a Manuel Belgrano en el 205 aniversario de su fallecimiento, Javier Milei hará su propio acto por el Día de la Bandera en a Ciudad de Buenos Aires (CABA).

Será en el Campo Argentino de Polo, está previsto que comience a las 11 y contará con la presencia del Gabinete nacional.

Según le informó el vocero presidencial Manuel Adorni a este medio, "no está previsto que vaya" el mandatario libertario a la provincia de Santa Fe y, al ser consultado por las razones de la ausencia, respondió que se debe a que "hace la jura de la bandera acá (CABA)".

Milei no irá a Rosario por el Día de la Bandera

De esta manera, a diferencia de lo sucedido en 2024, cuando había participado del acto central frente al Monumento a la Bandera en Rosario y definido a Belgrano como un "maximalista de la libertad", este año la Presidencia rechazó la invitación cursada por la Municipalidad de esa ciudad santafesina.

Mientras tanto, en Rosario se desarrollará una ceremonia a partir de las 10 am, que será encabezada por el gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, y el intendente Pablo Javkin. Hasta el momento, no se confirmó la asistencia de representantes del Gobierno nacional.

¿Por qué el Día de la Bandera se celebra el 20 de junio?

Milei no irá a Rosario por el Día de la Bandera

La celebración del Día de la Bandera se realiza en la fecha del Paso a la Inmortalidad de Manuel Belgrano, quien falleció el 20 de junio de 1820. Esto es así porque este prócer de la Independencia nacional fue el creador de la bandera argentina.

La idea de Belgrano de diseñar una bandera fue antecedida por la de colocar un distintivo que identificara a los soldados criollos de las tropas realistas, ya que por entonces ambos cuerpos usaban enseñas rojas. Esta inquietud fue planteada por el prócer al Triunvirato de Buenos Aires, que lo autorizó a crear un nuevo emblema. Belgrano escribió a las autoridades nacionales al respecto: “Las banderas de nuestros enemigos son las que hasta hora hemos usado, abajo señor excelentísimo esas señales exteriores que para nada nos han servido y que parece que aún no hemos roto las cadenas de la esclavitud”.

Para ello se tomó como referencia la escarapela celeste y blanca, que Belgrano ya había visto durante los días de la Revolución de Mayo, período en el que asumió como vocal de la Primera Junta.

Una vez concluidos los puestos defensivos que había que edificar, el prócer se dio cuenta de que era necesario enarbolar una bandera en el solemne acto de apertura, por lo que decidió confeccionarla con los mismos colores autorizados previamente a la escarapela. La creación de la bandera nacional no había sido decidido aún por el Triunvirato, por lo que el diseño de Belgrano fue su propia responsabilidad.

La primera ocasión en que se enarboló esta insignia nacional fue el 27 de febrero de 1812, y ocurrió en lo que hoy es la ciudad de Rosario. El acto solemne se llevó adelante durante la inauguración de dos baterías de artillería que habían sido instaladas en la orilla del Río Paraná para evitar los embates enemigos.