Javier Milei llegó a Los Ángeles acompañado por Luis Caputo para cumplir una agenda concentrada, centrada en una disertación ante cincuenta empresarios locales convocados por Michael Milken, un inversor de influencia con acceso directo a la Casa Blanca. La delegación presidencial fue acotada: Karina Milei, secretaria general de la Presidencia, y el canciller Gerardo Werthein permanecieron en Buenos Aires; en su lugar, Alec Oxenford, embajador argentino en Estados Unidos, recibió al presidente en el aeropuerto de la ciudad californiana.

Habitualmente, el jefe de Estado viaja al exterior acompañado por Karina Milei y Werthein. Este viaje a la costa oeste se diferencia de sus once salidas anteriores a Estados Unidos: lo encontró en un contexto político y económico delicado. A la incertidumbre generada por los comicios en la ciudad de Buenos Aires se sumaron la suba del riesgo país y la intervención del Tesoro para mitigar la disparada del tipo de cambio.

El plan inicial contemplaba una extensión hacia Las Vegas para reunirse con inversores del sector turístico y participar en un encuentro con la comediante Fátima Florez; ese tramo fue finalmente cancelado. Asesores le recomendaron al presidente evitar el evento teatral en la meca del juego a menos de cuarenta y ocho horas de los comicios porteños, y Milei optó por acortar la gira.

Antes de su exposición económica ante el auditorio convocado por Milken, el mandatario compartirá un almuerzo con la astronauta argentina Noel del Castillo, respaldada por la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE). La administración señaló su apoyo al proceso que podría llevar a Del Castillo a participar de un vuelo espacial privado, lo que, de concretarse, sería un hecho sin precedentes para la Argentina.

La cumbre en el Instituto Milken representa para Milei la oportunidad de ratificar ante inversores extranjeros la continuidad del plan de ajuste impulsado por su gobierno. Acompañado por Caputo, el presidente buscará transmitir que las reformas estructurales no se modificarán pese al panorama doméstico. Pese al respaldo sostenido de figuras como Donald Trump y a las medidas ejecutadas por el equipo económico, la recuperación de la inversión directa hacia la Argentina no alcanzó aún los niveles esperados.

Tras la presentación, la comitiva mantendrá encuentros puntuales con ejecutivos clave del sector energético y financiero. Entre ellos, Mark Nelson, vicepresidente ejecutivo de Petróleo, Productos y Gas de Chevron, cuya compañía desempeña un papel central en Vaca Muerta por sus decisiones de inversión en producción energética. También está prevista una reunión con Ryan McInerney, CEO de Visa y exejecutivo de JP Morgan, quien sigue con interés la evolución macroeconómica argentina.

Antes de retornar al país, Milei tendrá un encuentro con Andy Kleinman, empresario vinculado a emprendimientos tecnológicos y con trayectoria en proyectos que integran software y hardware, como sistemas que transforman un smartphone en una consola de juegos. La agenda refleja la intención oficial de combinar gestos hacia la industria energética, el sector financiero y el ecosistema emprendedor.

El presidente pernoctará en Los Ángeles y partirá en la madrugada del sábado rumbo a Buenos Aires. La breve estadía resumió, en pocas horas, un intento por consolidar confianza entre inversores clave, mientras la esfera doméstica permanece condicionada por la incertidumbre electoral y la volatilidad económica.