Paro universitario desde el lunes: se retrasa el inicio de clases en reclamo de salarios y presupuesto
Docentes y no docentes de universidades nacionales lanzarán una huelga desde el 11 de agosto por aumentos y más fondos para el sector. En algunas instituciones, el paro será de una semana completa. La medida ocurre en medio del debate por la Ley de Financiamiento Universitario y frente a incrementos salariales que los gremios califican como “miserables”.
Con la consigna “Basta de salarios por debajo de la línea de pobreza”, gran parte de las universidades nacionales del país postergarán el inicio del segundo cuatrimestre. A partir del lunes 11 de agosto, sindicatos docentes y no docentes iniciarán un paro para reclamar mejoras salariales y un refuerzo en las partidas presupuestarias, en un contexto de fuerte deterioro del financiamiento y a la espera de la aprobación definitiva de la Ley de Financiamiento Universitario.
La Federación Nacional de Docentes Universitarixs (Conadu), junto a otras 25 organizaciones gremiales, definió la medida en un plenario nacional. En algunos establecimientos, el paro será de un solo día; en otros, como la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), se extenderá durante toda la semana. “Es la peor pérdida salarial que hemos tenido: más del 30% de poder adquisitivo. Hay docentes con cuatro cargos que no llegan a un millón de pesos”, afirmó el secretario general de Conadu, Carlos De Feo.
En la Universidad de Buenos Aires (UBA), gremios como AGD, ADUBA, APUBA, FEDUBA y UTE-CTERA Universitarios pararán el lunes y retomarán las clases el martes, pero en modalidad de protesta, con clases públicas, radios abiertas y charlas informativas para visibilizar el conflicto. La medida también impactará en colegios preuniversitarios como el Nacional Buenos Aires, el Pellegrini, y los dependientes de la UNLP: Escuela Anexa, Colegio Nacional, Liceo Víctor Mercante y Bachillerato de Bellas Artes.
En la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), la Asociación de Docentes e Investigadores Universitarios de Córdoba (ADIUC) adhirió con un paro del 11 al 15 de agosto. El malestar creció tras la decisión del Gobierno de otorgar aumentos escalonados de apenas 1,3% en junio, julio y agosto; 1,2% en septiembre; 1,1% en octubre y noviembre, en su mayoría pagaderos en forma diferida.
“El Gobierno no escucha y continúa asfixiando a los trabajadores universitarios, cuyos salarios están bajo la línea de pobreza”, señaló Emiliano Cagnacci, secretario general de ADUBA, quien cuestionó además “la viabilidad de un país sin educación, ciencia y salud públicas”.
La expectativa sindical está puesta en el Senado, que debe tratar la Ley de Financiamiento Universitario. El texto, que ya cuenta con media sanción, prevé actualizar fondos para salarios, infraestructura y programas de investigación en función de la inflación. Para que la ley entre en vigencia, deberá sortear un posible veto presidencial, lo que requeriría una mayoría de dos tercios en ambas cámaras para su ratificación.
El conflicto excede la cuestión salarial: también se reclaman recursos para gastos corrientes, becas y programas de investigación. La Facultad de Ciencias Sociales de la UBA reveló que debió cubrir con fondos propios gastos básicos como limpieza, mantenimiento de ascensores y servicios esenciales, postergando obras y mejoras académicas.
El paro se produce en un clima de creciente tensión y en la antesala de una nueva Marcha Federal Universitaria prevista para fines de agosto, a menos de dos meses de las elecciones legislativas. En lo que va de 2024, las protestas universitarias han ganado protagonismo frente a la falta de respuestas oficiales, logrando solo refuerzos parciales que no evitaron el veto presidencial a los aumentos presupuestarios.