En un contexto de tensiones y división, el peronismo cerró las listas para las elecciones del 7 de septiembre bajo el nombre de Fuerza Patria. La falta de un liderazgo claro expuso profundas internas entre los sectores afines al gobernador Axel Kicillof, Máximo Kirchner, La Cámpora y el Frente Renovador de Sergio Massa. A pesar de los intentos de unidad, las negociaciones fueron difíciles y, a pocas horas del cierre, surgieron vetos que complicaron aún más el proceso.

Durante un tenso cierre de listas, la unidad se vio amenazada cuando se rompió el acuerdo de no veto entre las partes. A medida que se acercaba el plazo para presentar las candidaturas a senadores y diputados, los intendentes de Kicillof recibieron instrucciones para armar listas sin el apoyo de La Cámpora y el massismo.

Referentes del peronismo describieron el cierre de listas como uno de los peores en años. En la Primera Sección Electoral, se perfilaban para la candidatura a senador provincial Federico Achaval y Gabriel Katopodis, mientras que en la Tercera, la disputa se centraba entre Verónica Magario y Mariano Cascallares para encabezar la lista de diputados.

A pesar de los esfuerzos por mantener la unidad, la resistencia a ciertos candidatos generó una crisis que llevó a algunos intendentes a considerar la posibilidad de presentar boletas cortas. El enfrentamiento entre los sectores de Kicillof y La Cámpora marcó el cierre, con acusaciones de veto y falta de consenso sobre los nombres propuestos.

En medio de estos conflictos, la iniciativa de formar listas del Movimiento Derecho al Futuro (MDF) en varios distritos se incrementó, reflejando la fractura interna y la urgencia de consolidar posiciones antes de las elecciones. Las tensiones continúan, y el futuro del peronismo en la provincia de buenos aires queda en el aire mientras se acercan las votaciones.