La vicepresidenta Victoria Villarruel no se guardó nada: volvió a defender la sesión de la semana pasada en la que los senadores rechazaron el DNU 70 de desregulación de la economía, insistió en que se debería haber convalidado el aumento de la dieta de los legisladores, dijo que no estaba de acuerdo con el proyecto de ley que autoriza a las Fuerzas Armadas a intervenir en casos de seguridad interior, se diferenció de la rebelión fiscal bonaerense que promocionó José Luis Espert -lo señaló con especial énfasis-, y que fue convalidada por el propio Javier Milei, y aseguró que no la desvela ser presidenta, pero que no lo descarta.

Villarruel se mostró disconforme con haber quedado afuera de la influencia en Defensa y Seguridad. Por otro lado, apuntó contra José Luis Espert, el diputado libertario que llamó a una rebelión fiscal. “A la gente la rebelión fiscal le importa cero. No pueden pagar los impuestos porque no tienen plata. Pero como funcionario público no puede llamar a la rebelión fiscal”, indicó. Luego lo calificó de “petardista” por sugerir que ella quería “desestabilizar” al Presidente.

Aseguró, además, que no puede despedir gente aunque quiera porque hay “inmunidad laboral” en el Congreso. “No se puede andar con la motosierra así porque sí si después te vas a comer un montón de juicios laborales”, precisó.

Sobre Rosario y frente a la creciente violencia narco -y tras la propuesta de que intervenga el Ejército de la ministra Patricia Bullrich- argumentó que “en los 70, los integrantes de las Fuerzas Armadas terminaron todos presos”. Además, aseguró, durante una entrevista con TN, que los senadores y diputados “tienen que ganar bien”.

“Todos tienen que ganar de acuerdo a la función que tienen”, dijo en relación a la polémica desatada por el aumento de las dietas a los legisladores que, por disposición de Javier Milei, tuvo que ir marcha atrás. “Me lo pidió el Presidente”, sostuvo.

En esa línea, insistió: “Acá hay 72 senadores a los que la gente le delega su vida”. “Después hablamos si lo hacen bien o mal, pero la función que les estamos delegando es vital, y si les pagás poco, van a ser susceptibles a la corrupción”, sugirió y remarcó que “la corrupción es parte de una identidad en la Argentina”. “Si no ganan bien, solo van a poder ser diputados o senadores los ricos o los corruptos”, añadió. “No estoy de acuerdo con la idea de equiparar para abajo”, agregó.

En tanto, Villarruel remarcó que si bien también está alineada con la idea de recortar gastos en los poderes públicos, “hay que hacerlo con cuidado de que no genere un conflicto mayor”. “Hay que entenderlo, esto no es un reinado, es un poder del Estado con reglas, tengo que respetar cuestiones que son legales”, afirmó en diálogo con TN.

En cuanto a la mención del juez Lijo para ocupar un lugar en el máximo tribunal, mostró cierto rechazo y recordó que “no actuó bien en la causa Rucci”. “No me deslumbra. Esperaba que siendo la vacante de una mujer...”, sostuvo.

Por otra parte, la titular del Senado respondió también sobre la situación en la ciudad santafesina frente al avance del crimen narco y se opuso a la idea de que agentes de las FF.AA intervengan en operaciones relacionadas con esa materia.

“La función de los militares no es combatir civiles. Pensé que había quedado claro en los 70. El narco es un civil: en los 70 se combatió el terrorismo ¿Y ahora donde están los que lo combatieron? Presos”, expresó y remarcó que en Argentina las fuerzas militares “sólo pueden combatir ante una declaración de un estado de sitio o un enemigo estatal extranjero”, detalló.

“A mi me parece que vos vas a enviar a un agente del Estado a combatir al narco o a un terrorista, hoy la Ley no te lo permite”, explicó. “Si hacemos eso, se tiene que hacer cargo el Estado. Hoy hay gente que están pagando penas de prisión más elevadas que las que pagaron Videla y Massera”, precisó y señaló que si bien Bullrich y el ministro de Defensa, Luis Petri, pretenden que eso “se modifique”, en las condiciones actuales del derecho, “un militar va a ser plausible de una condena por un asesinato”.

Por otra parte, desestimó los rumores que circularon en torno a la posibilidad de que el titular del Ejecutivo otorgue indultos a exmilitares condenados por delitos de lesa humanidad y aseguró que “no hay una versión seria al respecto”.

“No me consta de que se hable seriamente, no me llegó eso. La solución a la cuestión que están detenidos es una solución jurídica, el Derecho no dice lo que se interpretó” y, frente a las marchas previstas para el domingo en conmemoración por el Día de la Memoria, contestó: “Estamos en un Estado democrático, si quieren festejar el golpe, allá ellos, claramente hay un morbo con eso”, indicó.

Sobre el atentado que denunció la agrupación H.I.J.O.S dijo: “Que investigue la justicia. En todo momento estuvieron hablando de Santiago Maldonado, Julio López, y estaban ellos en el poder. Hay que cortarla con el relato que hace la izquierda”, manifestó.

Sobre su posibilidad de manejar Defensa y Seguridad, que quedó truncada con la llegada de Bullrich y Petri, aseguró: “No me agradó, pero lo tengo que respetar”.

“Para qué me buscan si ya saben cómo me pongo”, tiró, casi sobre el final de la extensa entrevista con TN. “¿Cómo es la frase?”, se sorprendió, risueño, el periodista Jony Viale. “Claro, para qué me pelean si ya saben cómo me pongo”, desafió la vicepresidenta con una media sonrisa.