¿Es recomendable acostarse con el pelo húmedo? Riesgos y cuidados
Una costumbre muy arraigada en la estación más calurosa puede ser perjudicial para tu cabello.
El cabello mojado no solo se siente diferente: su resistencia disminuye porque la humedad hace que la cutícula —la capa externa protectora del tallo capilar— se abra y se estire.
En ese estado, la fibra pierde cohesión, se vuelve más elástica y frágil, lo que la hace más vulnerable a roturas.
Durante el sueño, los movimientos contra la almohada incrementan la fricción. El pelo húmedo soporta peor estos tirones, lo que puede generar puntas abiertas, quiebre de hebras y una apariencia deteriorada con el tiempo.
El tipo de cabello también influye: los cabellos finos, los que han sido tratados químicamente (decoloraciones, alisados, etc.) o tienen menor grosor natural tienen mayor riesgo de sufrir daños. En cambio, los cabellos más gruesos o rizados suelen ser más resistentes, aunque no inmunes.

Riesgos
Más allá del daño estético, acostarse con el pelo húmedo crea condiciones favorables para la aparición o agravamiento de problemas en el cuero cabelludo.
Una de esas condiciones es la proliferación de hongos como Malassezia. Este microorganismo convive normalmente en la piel, pero al verse expuesto a ambientes cálidos y húmedos —como los que se generan entre el cuero cabelludo y una almohada— puede multiplicarse en exceso, lo que deriva en caspa, picazón, descamación o dermatitis seborreica.
También la humedad constante puede generar inflamación, molestias y predisponer a infecciones superficiales si la barrera cutánea está comprometida.
Cómo disminuir los efectos negativos
Secar lo más posible: Si no puedes secarte el cabello por completo, al menos asegúrate de secar bien las raíces, que son las zonas con mayor contacto con la almohada y más propensas al desarrollo de microorganismos.
Utilizar toallas de microfibra o camisetas de algodón para absorber el exceso de agua sin maltratar la cutícula es una buena práctica.

Preferir fundas más suaves: Cambiar la funda de almohada por una de seda o satén puede reducir la fricción y los tirones durante la noche. Estos materiales permiten que el cabello se deslice mejor.
Evitar peinados apretados con el cabello húmedo: Trenzas muy ajustadas, moños tensos u otras recogidas pueden someter a presión los folículos y aumentar el riesgo de rotura, especialmente si el cabello aún tiene humedad.
Dar tiempo de secado al aire cuando sea posible: Hacerlo antes de acostarse, o elegir horarios para lavarlo que permitan dejarlo secar durante algunas horas, ayuda a disminuir su estancia en estado vulnerable.