¿Los cereales son realmente beneficiosos para nuestra salud?
Algunos científicos advierten que los alimentos ultraprocesados no siempre son beneficiosos para nuestra salud.
A menudo nos dicen que el desayuno es la comida más importante del día. Que si elegimos bien lo que ingerimos por la mañana podemos mantener la energía y enfocarnos en las tareas del día, por lo que la elección de qué desayunar -o qué darles a nuestros hijos si los tenemos- puede muchas veces volverse abrumadora.
Hay muchas opciones: la papilla de avena, granola, muesli, hojuelas de maíz y arroz inflado son algunas de las opciones empaquetadas en coloridas cajas que los promocionan como un alimento saludable y nutritivo.
Aunque, pese al lugar que ocupan en la mesa de desayuno tradicional, algunos científicos advierten que son alimentos ultraprocesados, que no siempre son beneficiosos para nuestra salud.
Pero, ¿cuál es la verdad? ¿Cuáles son los tipos de cereal, si es que existen, que podemos comer sin preocuparnos?
Primero, algunos datos. Los cereales son gramíneas de la familia de las poáceas, cultivados por sus semillas o granos comestibles.
Entre los cultivos de cereales se incluyen el trigo, el arroz, la avena, la cebada y el maíz.
Cada grano de cereal tiene tres componentes comestibles principales: la capa exterior de salvado, rica en fibra, vitaminas del complejo B y oligoelementos; el endospermo, rico en almidón y proteínas para el desarrollo del embrión vegetal; y el germen, que contiene el embrión y es rico en aceites, vitaminas y minerales.
Una de las primeras personas que tuvo la idea de convertir estos granos en cereales para el desayuno fue John Harvey Kellogg, un médico estadounidense.
En esos años, él era superintendente en el sanatorio de Battle Creek, en el estado de Michigan, una suerte de combinación entre hospital y balneario.
Entonces, con la idea de mejorar la dieta de los pacientes del centro de salud, Kellogg patentó y desarrolló una serie de nuevos alimentos que incluían la granola y las hojuelas de maíz.
Sin embargo, esos mismos alimentos se volvieron tan comunes que ahora hay decenas de versiones genéricas en el mercado.
En la actualidad la producción de cereales para el desayuno es un negocio industrial.
¿Qué dicen las investigaciones sobre el valor nutricional de los cereales?
Las investigaciones apoyan que pueden existir algunos beneficios al comer cereales fortificados para el desayuno.
Por ejemplo, hay estudios que señalan que muchas poblaciones alrededor del mundo tienen deficiencias en nutrientes clave.
Un estudio en EE.UU, mientras tanto, señala que sin fortificación, un alto porcentaje de niños y adolescentes no tendría suficientes micronutrientes, lo que supondría un potencial aumento de problemas de salud en la adultez.
Muchos cereales del desayuno también son altos en fibra, un nutriente que impulsa las bacterias "buenas" en nuestro sistema digestivo - de las cuales el 90% de nosotros no tenemos las necesarias.
"En términos generales, los cereales fortificados pueden aportar beneficios respecto de algunas de las vitaminas y minerales de los que algunos de nosotros tenemos deficiencia", le dice a la BBC Sarah Berry, profesora de nutrición en el King's College de Londres.
Por ejemplo, Berry hace énfasis en que en Reino Unido cerca del 50% de las jóvenes entre los 11 y los 18 años tiene poca ingesta de hierro, mientras que el 14% de los adultos en EE.UU. tiene una ingesta inadecuada de estos nutrientes.
"Sin embargo, hay que tener en cuenta que muchos cereales tienen un alto contenido de azúcar, poca fibra y un índice glucémico alto, lo que significa que no te saciarán por mucho tiempo", afirma Berry.
También hay maneras de obtener estas vitaminas y minerales que podrían ser más saludables, como a través de las frutas, los frutos secos y las verduras, añade.