En un lapso de cinco días, la provincia de Córdoba fue sacudida por la muerte súbita de cuatro menores, episodios que provocaron conmoción, preguntas y una investigación judicial en curso. Los hechos ocurrieron en distintos departamentos y contextos —celebraciones familiares, actividades deportivas y recreativas— y afectaron de modo profundo a sus comunidades educativas y deportivas.

El caso más reciente y estremecedor tuvo lugar en Capilla de los Remedios, departamento Río Tercero. Thian Toledo, un niño de 7 años, falleció durante la celebración de un cumpleaños. Según el testimonio de su familia, el menor se sentó de forma repentina, perdió el conocimiento y se desplomó. Testigos describieron al niño con el rostro amoratado. La ambulancia habría demorado en llegar, y al arribar trasladaron a Thian al hospital con signos vitales muy comprometidos; allí sufrió un paro cardiorrespiratorio. El personal médico realizó maniobras de reanimación durante 45 minutos sin lograr restablecerlo. La Fiscalía de 2.º turno dispuso la intervención de la Policía Judicial y el cuerpo fue sometido a autopsia, cuya pericia permitirá establecer la causa exacta del fallecimiento. En paralelo, la comunidad escolar organizó una colecta para ayudar a la familia con los gastos del sepelio.

Alerta en Córdoba: ya son cuatro los casos de muerte súbita infantil

Los otros tres casos involucran a adolescentes y ocurrieron en escenarios vinculados al deporte y la actividad física. En la ciudad de Córdoba, Lautaro Maineri, de 15 años y arquero del Club Atlético All Boys del barrio Rosedal, se descompensó mientras jugaba al truco en su escuela, la Guarnición Aérea IPET 251. Fue trasladado a la Clínica Vélez Sarsfield, donde se le detectó un coágulo en la cabeza en una zona considerada inoperable; permaneció en estado vegetativo hasta su fallecimiento. Sus allegados lo recuerdan como un joven activo y comprometido con el club, que —según la institución— realiza revisiones médicas periódicas a sus jugadores.

Alerta en Córdoba: ya son cuatro los casos de muerte súbita infantil

Otro caso ocurrió en el Club Atlético San Lorenzo, en el barrio Las Flores, donde un chico de 13 años se descompensó mientras practicaba fútbol. Un docente inició maniobras de reanimación cardiopulmonar y se llamó a los servicios de emergencia; pese al traslado y los esfuerzos médicos, el menor falleció. El suceso generó pesar en la comunidad deportiva y abrió consultas sobre los protocolos de atención inmediata en clubes y escuelas.

La serie trágica se inició en Villa Carlos Paz, donde un adolescente de 13 años sufrió una muerte súbita mientras realizaba actividad física en una plaza del barrio Los Eucaliptos. Testigos y una docente que estaba en el lugar relataron la descompensación y la realización de maniobras de RCP en el sitio. Fue trasladado al Hospital Municipal Gumersindo Sayago, donde se constató el deceso. La Fiscalía del Tercer Turno, a cargo de la doctora Jorgelina Gómez, tomó a su cargo la investigación.

Alerta en Córdoba: ya son cuatro los casos de muerte súbita infantil

Estos cuatro fallecimientos, ocurridos en diferentes localidades y circunstancias, comparten la característica de presentar desenlaces súbitos e inesperados en menores sin antecedente médico conocido, según relataron familiares en algunos casos. Los episodios reavivan la discusión pública sobre la necesidad de protocolos de respuesta inmediata —RCP y uso de desfibriladores automáticos externos (DEA)— en escuelas, clubes y espacios recreativos, así como la importancia de los controles médicos periódicos en quienes realizan actividad física intensa.

Desde el punto de vista judicial y sanitario, las autopsias y las pericias forenses serán determinantes para esclarecer las causas de estas muertes. Investigaciones compatibles con cada caso —incluyendo estudios toxicológicos, anatomopatológicos y cardiológicos— deberán ofrecer respuestas sobre si existieron factores prevenibles, patologías no detectadas o demoras en la atención que contribuyeron al desenlace.

Mientras los peritajes avanzan, las comunidades afectadas enfrentan el duelo y organizan acciones de apoyo a las familias. Los episodios han impuesto, además, la necesidad de revisar prácticas de prevención y emergencia en ámbitos escolares y deportivos, con el objetivo de reducir el riesgo de futuros sucesos similares.