Baja autoestima: claves para aprender a quererse a uno mismo
No es fácil, requiere de mucho trabajo de autoconocimiento y reflexión; pero con la ayuda de estos consejos, vas a poder cambiar tu percepción de vos mismo/a
Todos nosotros, aunque muchas veces de manera inconsciente, tenemos valores que marcan nuestro comportamiento. Por ejemplo, si el respeto es un valor para nosotros, trataremos al mundo con respeto. Escucharemos con atención, seremos cordiales con las personas, estaremos abiertos a nuevas ideas, aunque no coincidamos, etc.
Si la verdad es un valor para nosotros, no mentiremos, seremos honestos, no seremos esas personas que están siempre ocultando algo y viven con temor a ser descubiertas. Lo lindo es que siendo verdaderos experimentaremos la libertad.
¿Qué ocurre cuando vamos en contra de nuestros propios valores? Queremos ser verdaderos y mentimos, por ejemplo. Se nos genera un conflicto interno, lo pasamos mal, y dejamos de respetarnos a nosotros mismos. Creo que podés imaginar la vida que empezás a vivir: el mundo no te respeta, atraes permanentemente testigos que te muestran esa falta de respeto a vos mismo, faltándote el respeto en todo momento.
La confianza se genera respetando la palabra. Si te comprometes con alguien y cumples siempre, esa persona empieza a confiar en vos. No cumplís y aparece la desconfianza. Es lo que se llaman las “promesas asesinas”, porque con esa conducta estarás matando la relación. Lo mismo ocurre con vos. Te decís, por ejemplo, el lunes empiezo el gimnasio, llega el lunes y no cumples. Una y otra vez. Son las “promesas suicidas”, porque poco a poco tu autoconfianza se va destruyendo. Hasta que dejás de confiar en vos, caés en la resignación y ya no creés posible salir de ahí.
Finalmente, la autoestima es la valoración que tenés de vos mismo y está constituida por el conjunto de juicios que hacés sobre vos. Por ejemplo: “soy linda/o”, “soy inteligente”, “puedo conseguir lo que me propongo”, “soy capaz de hacer un buen proyecto”, etc., son juicios que te llevarán a tener una autoestima alta. Pero si te decís: “todo me sale mal”, “soy lenta/a”, “no soy capaz”, “soy burro/a”, etc, claramente te llevarán a una autoestima baja.
Autorespeto, Autoconfianza y Autoestima: 3 conceptos claves
Empecemos con la autoestima. Siempre digo que el punto de partida es el autoconocimiento; saber quién sos, cuáles son tus fortalezas y cuáles tus aspectos a mejorar. Una muy buena manera de obtener información es tomar una hoja, dividirla en dos columnas, poner en el encabezado de una “fortalezas” y en la otra “aspectos a mejorar” y en un momento de mucha tranquilidad y en soledad completarla (ayuda mucho poner una música suave de fondo).
Luego buscá una persona de mucha confianza, alguien que sepas que te quiere ayudar y que confiás en que puede hacerlo: pedile que complete una hoja igual, con esas mismas columnas. Luego compara las dos hojas, muy seguramente te sorprenderás. Y si es necesario generá una conversación con esa persona para que te amplíe lo que escribió.
Cada juicio negativo que hayas escrito sobre vos lo tenés que revisar buscando hechos que validen el juicio contrario. Por ejemplo, si pusiste “no soy inteligente” hacete esta pregunta, “¿Alguna vez mostré que era inteligente? Y estoy segura de que vas a encontrar ejemplos. Con lo cual empezás a invalidar ese juicio. Y así con todos los demás. Estarás desafiando los juicios que minan tu autoestima.
Con respecto al autorrespeto, hacé una lista con todos tus valores. Obsérvate en tu vida cotidiana si los respetas. En caso de que no lo hagas, ponete objetivos para cumplir, pero muy pequeños, que sean alcanzables, y controlá si los cumpliste. Estarás a la vez mejorando tu autorrespeto y tu autoconfianza, porque estarás cumpliendo aquello a lo que te comprometiste. Probá sólo un día y fíjate qué pasa.
Y recordá, como dice la cita del inicio, “Nadie puede hacerte sentir inferior sin tu consentimiento”. Todo depende de lo que vos permitís, pero eso sale de tu autorrespeto. tu autoconfianza y tu autoestima.
Claves para reconstruir la autovaloración
Nada está perdido: en la etapa adulta también es posible revertir la baja percepción sobre uno mismo; la aceptación y la confianza, fundamentales.
Todo lo que se pueda hacer para mejorar la autoestima destrabará más de un aspecto en la vida. Aún en la adultez es posible elevar la percepción sobre sí mismo.
Miguel Espeche entiende que es primordial reconocer que uno es estimable por lo que ha logrado. Según el psicólogo, resulta positivo trazar un mapa de los propios logros y de las propias virtudes, a los que no hay que dar por obvios. “En general, las personas hacen mapas de lo que les falta y eso hace sentirse en deuda. Y ahí es donde viene también la merma de la autoestima. En cambio, si uno ve lo que tiene, desde ahí puede salir jugando mejor. Uno ve las virtudes, las capacidades, las buenas relaciones que tiene”, aconseja.
Para José Eduardo Abadi, lo principal es “tener un cierto conocimiento y aceptación de uno mismo. Esto es saber que yo soy de determinada forma y tratar de manejar cómo soy de la mejor manera posible”, indica. Según su visión, es fundamental conocer las propias luces y sombras, para conseguir gestionarlas.
Otra recomendación de Abadi es evitar las sobreexigencias con uno mismo. “Que no haya metas inalcanzables”, sugiere, en pos de una buena autoestima.
También advierte que es imprescindible tener una relación de afecto consigo mismo. “Hay que saber premiarse, reconocerse. Esto es, que haya afecto y amistad con uno mismo”, explica.
Para Abadi, otro aspecto clave en la reconstrucción de la autoestima durante la edad adulta es “no totalizar un detalle, no convertir en un todo algo de uno que no gusta”. Por último, Abadi sostiene la importancia de “tener lazos afectivos que a uno lo hagan sentir que es querido y que uno puede querer”. La sana sensación de aceptación que se genera mediante las relaciones de afecto alimenta la propia seguridad y confianza.