En el marco de las actividades de control y regulación de la industria alimentaria, la Dirección de Ganadería, que opera bajo la Secretaría de Desarrollo Productivo, llevó a cabo recientemente la clausura del establecimiento frigorífico conocido como "La Barraca", ubicado en la localidad de Alderetes. Esta decisión, bajo la dirección de la doctora Roxana Ortiz Mena, se fundamenta en la falta de habilitación del establecimiento y el incumplimiento de las normativas higiénico-sanitarias estipuladas en el Código Alimentario Argentino (CAA).

La intervención de la Dirección de Ganadería se produjo en el transcurso del pasado jueves, cuando se constató que el frigorífico procesaba productos de origen animal sin contar con la documentación necesaria que respalde su habilitación. En un comunicado oficial, se informó que la clausura se llevó a cabo debido a “inconsistencias en los papeles para la habilitación” y a la detección de irregularidades en las condiciones higiénico-sanitarias requeridas por el CAA. El Código Alimentario Argentino es una norma fundamental que establece los criterios de higiene, seguridad y calidad que deben cumplirse para garantizar la inocuidad de los alimentos, prevenir enfermedades transmitidas por estos y, en última instancia, proteger la salud pública de la población.

El cumplimiento de esta legislación es esencial, ya que no solo asegura la calidad de los productos alimenticios, sino que también promueve la transparencia en las transacciones comerciales y configura la base del Sistema Nacional de Control de Alimentos, el cual es de aplicación obligatoria en todo el territorio nacional. Adicionalmente, desde la Dirección de Ganadería se comunicó que, en el marco de esta clausura, se está llevando a cabo un análisis exhaustivo de toda la documentación relacionada con la mercadería recibida por el establecimiento. Este proceso tiene como objetivo asegurar una trazabilidad completa respecto al ingreso y egreso de los productos, lo cual es vital para garantizar la integridad del sistema alimentario y la salud de los consumidores.

Este tipo de acciones subraya la importancia del control regulatorio en el sector alimentario, asegurando que los establecimientos que operan en este ámbito cumplan con los estándares necesarios para la producción y comercialización de alimentos seguros y de calidad.