Cómo cuidar la delicada piel de un bebé recién nacido
La piel de los más pequeñitos tiene características especiales que la hacen más vulnerable, ya que posee menos defensas de protección.
La piel del bebé es muy sensible, ya que posee menor capacidad de protección que la de los adultos. Su menor capacidad de defensa hace que la piel del recién nacido necesite unos cuidados especiales. Cómo hidratar su piel, cómo limpiarla, qué ropita utilizar, cómo protegerla del sol, cómo mimarla con masajes, son algunos de los consejos que les ofrecemos.
¿Por qué la piel del bebé es tan sensible?
La piel del recién nacido posee unas características especiales que la hacen más vulnerable, ya que presenta menos defensas de protección. Esta menor capacidad de defensa viene determinada por:
- El estrato córneo o la superficie de la piel aún es muy fina y está poco compactada. La piel del recién nacido es 40 a 60 por ciento más delgada que la de un adulto. Por ello un recién nacido es más susceptible a infecciones, descamaciones, irritaciones de la piel y pérdida de agua.
- La producción de melanina (melanogénesis) está poco desarrollada: la melanina es nuestra primera defensa contra el sol, ya que absorbe los rayos UV peligrosos antes de que provoquen lesiones graves en la piel.
- La piel de bebés y niños presenta una menor defensa frente a las formas reactivas de oxígeno, los radicales libres.
Hidratar la piel del bebé
Hidratar la piel del bebé es un paso básico para mantenerla sana y saludable. Para ello deberemos usar un producto emoliente o hidratante hipoalergénico especial para bebés.
Las zonas más delicadas, como la barbilla o las nalgas, que son más propensas a estar húmedas y donde se forman pliegues, requieren mayor hidratación (es donde más suciedad se acumula y donde más irritaciones aparecen). Hay cremas específicas para estas zonas.
En el resto del cuerpo podemos aplicar una crema o loción hidratante específica para bebés después del baño, haciendo un suave masaje, preferiblemente con la piel húmeda.
Debe estar especialmente formulada para las necesidades de su delicada piel y recuerde que hay muchos productos que debemos evitar en la piel de los pequeños (es más probable encontrarlos en cosméticos para adultos).
Cuando apliquemos crema, debemos tener presente la piel que se encuentra detrás de las orejas, que es fina y propensa a descamarse; por tanto, hay que hidratarla con frecuencia. El empeine y el cuello son otras de las zonas que requieren mucha hidratación y que suelen pasar desapercibidas.
Limpiar la piel del recién nacido
También podemos usar un gel de baño especial para la piel del recién nacido, ya que ésta es muy delicada ante la acción de jabones o detergentes demasiado fuertes, que pueden llegar a secarla o irritarla. No es necesario emplear champú: se puede emplear el mismo gel suave para la cabeza.
Los jabones y geles suaves para bebés se disuelven rápidamente con el agua, hacen muy poca espuma y son adecuados tanto para la piel como para el cabello.
Le enseñamos paso a paso a cuidar la piel delicada de su bebé. Evite las irritaciones y la sequedad; confíe en nuestros consejos. En un recién nacido es aconsejable evitar cualquier sustancia sintética de alto poder espumoso. Evite los productos que contengan alcohol, colorantes, conservantes o perfume. Cualquier producto utilizado para proteger la piel del bebé debe ser muy suave y de pH neutro.
Respecto a la zona del pañal, se puede limpiar delicadamente con agua y jabón y usar toallitas para pieles sensibles si estamos fuera de casa. Una vez limpia la zona, se puede aplicar crema protectora para prevenir irritaciones.
Podemos bañarlo día sí, día no, o cada tres días, si la piel se le reseca mucho. Si aún así no mejora, podemos comentarlo con el pediatra, por si nuestro hijo tuviera dermatitis atópica o algún tipo de reacción o alergia a algo.
¿Le ponemos colonia al bebé?
Si decidimos poner colonia al bebé, lo mejor es no aplicarla directamente en su piel sino en la ropa.
Lo mejor es emplear colonias infantiles que son menos fuertes que otras colonias o perfumes, con escaso o nulo contenido de alcohol.
Proteger la piel del sol
La piel del bebé no debe estar expuesta directamente al sol. Sí necesita claridad, pero el sol directo puede causar quemaduras. Los bebés menores de seis meses no deben ser expuestos directamente a los rayos solares; lo mejor es que los cubramos convenientemente con ropa o los mantengamos a la sombra. Pero en el caso de que no se pueda protegerlos del sol, hay que proteger la piel con una crema solar específica para bebés, hipoalergénica y con filtros físicos o minerales.