Mantener las hornallas de la cocina limpias puede ser más fácil de lo que pensás, sin la necesidad de recurrir a productos químicos agresivos. Con un par de ingredientes que se suelen tener en una cocina, podés dejarlas como nuevas en minutos.

Para este truco, solo vas a necesitar vinagre blanco y sal. El primer producto actúa como un potente desengrasante gracias a su acidez, mientras que el segundo ayuda a eliminar los restos quemados y la suciedad acumulada.

Cómo limpiar la hornalla con vinagre y sal, paso a paso

  1. Preparar la hornalla: cerrar la llave de paso de gas y retirar las parrillas que la cubren
  2. Mezclar: en un recipiente, integrar partes iguales de vinagre blanco y sal.
  3. Aplicar: con una esponja o un trapo, verter esta mezcla sobre las hornallas. Asegurarse de cubrir bien las áreas con más suciedad.
  4. Dejar actuar: permitir que la mezcla trabaje durante unos minutos para que ablande la grasa y restos de comida pegados.
  5. Frotar y enjuagar: pasados unos minutos, pasar una esponja y limpiar con agua.
  6. Repetir: en caso de que no haya quedado limpio en su totalidad, se recomienda repetir el proceso.
  7. Dejarla lista para usar: colocar de nuevo las parrillas y abrir la llave de paso de gas, en caso de que sea necesario.

Otros métodos para limpiar las hornallas

  • Jugo de limón y sal gruesa: exprimí dos limones y mezclá el jugo con sal gruesa. Aplicá esta mezcla sobre las hornallas y dejala reposar por 10 minutos. El siguiente paso es frotar las áreas con suciedad con una esponja o cepillo y luego enjuagar con agua. Así, la grasa y suciedad deberían desaparecer.
  • Agua caliente y bicarbonato de sodio: herví la cantidad de agua que consideres necesaria, dejá que se entibie y después vertela sobre las hornallas. Agregá media taza de bicarbonato de sodio y dejá reposar por 15 minutos. Luego, frotá con suavidad las hornallas con una esponja y enjuagá para retirar la suciedad.
  • Vinagre blanco y bicarbonato de sodio: verté una taza de vinagre blanco sobre las hornallas y dejá que actúe durante 10 minutos. Luego, agregá una generosa cantidad de bicarbonato de sodio y frotá con una esponja o cepillo las áreas donde se acumula más grasa. La combinación de estos dos ingredientes ayudará a desprender la suciedad de manera más fácil.