Día del niño: cómo alejar a los chicos de las pantallas
Horarios, deportes, arte, cocina son algunas de las sugerencias de los expertos para los padres, tanto de niños como de adolescentes. Cómo reducir el tiempo frente a estos dispositivos
Muchos padres están preocupados por la misma foto: chicos encerrados todo el día en sus habitaciones jugando a la play o ensimismados con sus celulares, sin prestar atención ni responder a sus reclamos. También se puede ver a muchos jóvenes en la calle, bares o, por ejemplo en el gimnasio, escroleando sus pantallas mientras dejan pasar muchos minutos entre serie y serie de ejercicios, sentados inmóviles en las máquinas.
Un reciente informe de la Universidad Católica Argentina (UCA), del Barómetro de la Deuda Social de la Infancia del Observatorio, da cuenta de las consecuencias de esta conducta: el 52,4% de los chicos argentinos entre 5 y 17 años no realiza deporte fuera de la escuela; el 80,8% no concurre a actividades culturales; el 58,6% no lee textos impresos y tres de cada 10 niños menores de 8 años en zonas urbanas muestran déficit de estimulación verbal, un área crucial para su desarrollo.
De todos modos, no se pueden negar los usos y beneficios que ponen al teléfono inteligente en un lugar tan importante en la vida de todos, y en especial en la de los adolescentes. Este dispositivo responde a las necesidades de sociabilidad de esta etapa de la vida y también ofrece información, intereses y ayuda a sus actividades escolares.
Sin embargo, las consecuencias del exceso de tecnología en la salud física y mental de los niños y jóvenes son tan impactantes que llevaron hace un año a que la ciudad de Nueva York presentara una demanda formal contra cinco plataformas (TikTok, Instagram, Facebook, Snapchat y YouTube) por considerarlas una “amenaza para la salud mental”.
¿Cómo afecta a los chicos? La doctora Evangelina Cueto, médica pediatra, especialista en salud integral de adolescentes, maternidad y crianza, explicó: “El uso excesivo de pantallas, tal cual como cuenta la evidencia que ya es mucha, tiene un impacto significativo en el desarrollo de los niños, niñas y adolescentes, desde una perspectiva tanto de salud física como mental y vincular, si es que es posible dividir la salud, ya que yo creo fuertemente en una idea más integrada”.
¿Qué se considera un consumo excesivo para niños? La Organización Mundial de la Salud recomienda que no se expongan en ningún momento del día a las pantallas a los niños menores de 2 años y, además, que entre los 2 y los 5 años los niños usen estos dispositivos como máximo una hora al día y siempre con la supervisión de un adulto por lo que todo tiempo que exceda esta recomendación se considera excesivo de acuerdo a su edad”.
Desde el punto de vista de la salud física, la médica señaló que el uso prolongado de pantallas puede provocar problemas oculares, como la fatiga visual digital, y dolores musculares debido a las posturas mantenidas durante largos periodos: “Asimismo, el sedentarismo asociado al tiempo excesivo frente a las pantallas contribuye al sobrepeso y la obesidad, problemas de salud que, a su vez, pueden desencadenar una serie de complicaciones a largo plazo, como enfermedades cardiovasculares y diabetes”.
También, la exposición a la luz azul que emiten las pantallas, (especialmente antes de dormir), puede interferir con la producción de melatonina, hormona que induce el sueño. Esto dificulta un descanso reparador y causa insomnio en chicos y jóvenes. Hay estudios que demuestran que, en todas partes del mundo, los adolescentes duermen hasta una hora menos que hace un siglo.
Es que una de las tendencias es hacer vamping, que es un término que proviene del inglés vampire (vampiro) y texting (envío de mensajes) y se refiere a la práctica de quedarse despierto hasta altas horas de la noche utilizando dispositivos electrónicos (celulares, tablets, computadora, play station) y su principal consecuencia es un mal descanso, lo que repercute en el rendimiento académico.
Cómo “despegarlos” de las pantallas
Los especialistas instan a madres y padres a establecer horarios claros y coherentes para el uso de dispositivos, “acompañados de propuestas de actividades que fomenten la creatividad, el juego al aire libre, la práctica de deportes y las reuniones sociales ‘de carne y hueso’. Participar en actividades como paseos, encuentros con amigos y actividades culturales pueden ser maneras deseables de alejar a los chicos de las pantallas”, señaló la médica.
La doctora Cueto destacó que las instituciones educativas juegan un rol crucial en esta tarea. Las escuelas pueden diseñar programas que incentiven la participación en actividades extracurriculares, como deportes, arte, música o teatro, que no solo promuevan el desarrollo de habilidades diversas, sino que también ofrezcan un espacio para que los chicos interactúen de manera directa y significativa con sus pares.
Algunas recomendaciones:
- No sentirse presionado a usar la tecnología muy rápido. Los dispositivos digitales son diseñados para ser intuitivos y los niños aprenden rápidamente. Los expertos dicen que, en líneas generales, el teléfono celular resulta necesario cuando los chicos comienzan a movilizarse solos en la calle, y esto suele ocurrir en Argentina alrededor de los 12 años, cuando empiezan la educación secundaria.
- Administrar el tiempo y establecer siempre reglas claras y límites de horarios específicos para su uso: “por ejemplo, pautar momentos donde todos los miembros de la familia se desconecten en la hora de la cena”, dijo Alfie.
- Promover interacciones cara a cara, y si es posible al aire libre, animando a los chicos a pasar tiempo con amigos y familiares en encuentros pautados como ‘libres de pantallas’, que pueden resultar realmente enriquecedores y divertidos, haciendo hincapié en la importancia de conectar con los que tenemos al lado, aquí y ahora, más que con lo que está pasando en otro lado.
- Limitar el uso de dispositivos antes de acostarse para mejorar la calidad del sueño. Se recomienda que los chicos dejen de usar dispositivos o pantallas durante 1 hora antes de acostarse y no permitir que duerman con los teléfonos inteligentes.
- Activar el modo “Avión” o “No molestar” del teléfono, para fomentar la concentración en una tarea.
- Desinstalar temporalmente una aplicación. Esta estrategia es adoptada principalmente por estudiantes de secundaria ya sea durante períodos de intensa revisión o cuando se siente saturación.
- Hablar con niños y adolescentes sobre seguridad en línea. Esto incluye tratar a los demás con respeto cuando están en línea, evitar el acoso cibernético y el sexting, desconfiar de las solicitudes que les lleguen y salvaguardar la privacidad.