Los hábitos de higiene para niños son una serie de acciones que traerán grandes beneficios durante su crecimiento y vida adulta. Una buena higiene es necesaria para prevenir la propagación de diferentes enfermedades infecciosas.

Higiene personal

Como concepto básico, los hábitos de higiene personal para niños engloban el aseo, la limpieza y el cuidado del cuerpo. Todo esto con el objetivo de mejorar o conservar la salud y prevenir posibles enfermedades.

Establecer bases sólidas permite lograr buenos hábitos de higiene para niños y esto será una tarea fundamental para los padres de familia o para quien esté a cargo del pequeño.

La higiene va más allá de solamente lavarse las manos y la boca; implica enseñarles cómo bañarse y cómo limpiar cada parte del cuerpo de la manera óptima, qué productos u objetos necesitan para hacerlo y, al terminar, cómo secar su cuerpo.

Día Mundial de la Higiene: el paso a paso para enseñar hábitos a los niños

Después de la ducha, deberán tener lista la ropa limpia que se pondrán y saber que la ropa sucia deben depositarla en el lugar que se haya asignado. Estas son solo algunas de las medidas que fomentarán la higiene en los niños.

Tipos de higiene

El cuidado de los dientes, las uñas y el cabello son otras áreas que se deben atender. En conjunto, entre las medidas de aseo que un niño debe tener se encuentran:

  • Cambiar todos los días su ropa interior y exterior.
  • Lavarse las manos antes de consumir cualquier alimento.
  • Limpiar cuidadosamente las orejas.
  • Mantener los zapatos y la ropa limpios.
  • Mantener las uñas limpias y cortas.
  • Después de una actividad física moderada o intensa, bañarse para eliminar el sudor y la suciedad.
Día Mundial de la Higiene: el paso a paso para enseñar hábitos a los niños

Más allá del aseo personal, la higiene en niños se amplía también a una buena higiene en el hogar y en la escuela. Mantener limpia la casa, su área de estudio y sus objetos no solamente fomenta un buen aspecto visual, también disminuye los riesgos de enfermarse.

En muchas ocasiones, los padres de familia son quienes velarán por la salud del pequeño, pero conforme este crece, también podrá adquirir algunos hábitos e ir añadiendo más durante su desarrollo.

Algunas cosas que se les pueden enseñar son:

  • Lavarse las manos con agua y jabón antes de comer o preparar alimentos, después de ir al baño y después de tocar objetos sucios o posiblemente contaminados.
  • Ducha diaria.
  • Lavado de dientes tras cada comida.
  • Cubrirse la nariz al toser o estornudar.
  • Clasificar la basura.
  • No tirar basura fuera de los botes.
  • Mantener limpio y ordenado su entorno.
  • Bañar a las mascotas.
  • Tomar agua purificada.
  • Desinfectar frutas y verduras antes de comer.

Dependiendo de la edad de cada niño, estos y otros hábitos pueden ser enseñados y aplicados no solamente para mantener una buena higiene, sino también para que estas conductas sean formativas y se conviertan en hábitos para su vida adulta.

La higiene bucal para niños es fundamental desde los primeros años de vida; esto se logra con una rutina de limpieza, controles periódicos con el pediatra o un odontopediatra y una alimentación adecuada para su edad.

Se recomienda que a partir de los seis meses de vida se realicen controles periódicos (semestrales) para vigilar el desarrollo bucal del niño o la niña, así como atender cualquier posible complicación, como una caries.

Enfermedades por falta de higiene

Si los niños no tienen una correcta higiene personal y en su entorno, podrían presentar enfermedades diarreicas, caries dental, micosis, influenza, COVID-19 o sarna, por mencionar algunas.

Mantener buenos hábitos de higiene para niños, junto con un correcto esquema de vacunación, permitirá que el pequeño lleve una vida lo más saludable posible durante su desarrollo.

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