Estreñimiento: síntomas de alarma y qué comer para evitarlo
La constipación es el principal motivo de consulta gastroenterológica
¿Qué debo hacer? ¿Cómo saber si efectivamente lo estoy? ¿Puede ser un síntoma grave? ¿Si estoy constipado, es lo mismo que el estreñimiento? Muchas son las dudas que aparecen en torno a esta patología.
Lo primero que debemos saber es que este trastorno es síntoma de algo, pero eso no significa que sea signo de una enfermedad: lo más probable es que sea producto de la combinación entre una falta de hidratación, sedentarismo y una alimentación poco adecuada, que hace que la materia fecal se seque y sea más difícil de expulsar.
Teniendo en cuenta que el estilo de vida suele estar entre las principales causas, recientemente la constipación y sus formas de mitigarla fueron tratadas por la Sociedad Argentina de Gastroenterología (SAGE), cuyo objetivo es ayudar a sus pacientes a tratarla.
Constipación: qué es, quiénes la padecen más y por qué
"Es uno de los síntomas más frecuentes como motivo de consulta en nuestra práctica diaria", admite Daniela Milito, gastroenteróloga de la unidad de Motilidad del Hospital Udaondo y del centro de Coloproctología, y miembro de SAGE joven.
Ahora bien, ¿cuándo se dice que una persona está constipada? "Llamamos constipación o estreñimiento, que es lo mismo, a evacuar menos de tres veces por semana, o que esa evacuación sea dificultosa", introduce.
Y agrega que se trata de una patología que pueden padecer todas las personas, desde niños a pacientes mucho más grandes, pero que sin embargo es más prevalente en mujeres entre los 25 y los 50 años.
Esto puede deberse, en parte, a los cambios hormonales: “el aumento de la progesterona hace que el tránsito intestinal se enlentezca aún más, entonces no solo tenemos el mismo estrés que los hombres, sino que también nuestros cambios hormonales nos perjudican aún más”, explica la médica.
“También lo vemos acompañando otros trastornos, algunos frecuentes y otros no, como el hipotiroidismo, que es muy prevalente en nuestra población, enfermedad celíaca, y en personas que consumen psicofármacos”, enumera.
Y agrega que la constipación tiene dos factores principales: el tránsito intestinal lento (el intestino se mueve más lentamente) y un trastorno defecatorio, esto de que no se nos haga fácil ir al baño, para quienes se convierte en un verdadero trastorno, "un trámite dificultoso: como le ocurre a aquel paciente que tiene que sentarse, le es difícil, tiene que pujar, y estar mucho tiempo en el baño".
A veces se debe a los dos, tanto el tránsito lento como el esfuerzo evacuatorio: un trastorno mixto. Y explica que muchas veces uno de estos factores va desencadenando el resto.
"La principal teoría es que todo va de la mano: el estrés que nos abruma, genera también una mala alimentación, que también se debe a que no podamos comer en casa, prepararnos nuestras comidas, tomar suficiente cantidad de líquido, comer suficiente cantidad de fibra; entonces la principal causa de la constipación funcional, que es aquella que no tiene una causa ni es secundaria a otra patología, es el estrés diario", analiza.
Cómo se trata: el rol de la fibra y los líquidos
“Si se trata de pacientes jóvenes, que nos cuentan que consumen poca fibra, y que no tienen tiempo suficiente para tomar líquidos, en la primera consulta le vamos a recomendar que tomen de 2 a 3 litros de agua por día, que aumenten la ingesta de fibra, los alimentos donde la pueden encontrar, y se les indica que hagan ejercicio”, cuenta la médica.
En este sentido, explica que el objetivo, el primer paso para el tratamiento de la constipación, es ablandar la materia fecal.
"La gran mayoría, más del 80% de los individuos constipados, nos refieren que sus heces son duras, voluminosas, lo que nosotros llamamos esas bolitas como de cabra; todo eso nos habla de caca seca y de un tránsito lento, que a su vez es difícil de expulsar, lo que también se asocia a un trastorno defecatorio", detalla la profesional.
¿Qué ayuda a revertirlo? Aumentar el consumo de fibra soluble, y el consumo de líquidos, sobre todo agua y la práctica de ejercicio físico, insiste la especialista.
Respecto a las causas por las cuales el ejercicio ayuda, detalla: “No se termina de comprobar científicamente, pero se cree que el ejercicio a través del cambio que genera a nivel hormonal y de los neurotransmisores, acelera el tránsito intestinal. Recomendamos ejercicio aeróbico: salir a andar en bici, caminar, nadar, correr”, sugiere.
Alimentación contra el estreñimiento
Si hablamos de alimentación, los imprescindibles son: frutas (tres por día, con cáscara, “que es donde está la fibra”), verduras (priorizar las verdes, como el brócoli, y la de hojas verdes, como la espinaca), cereales, salvado, avena, semillas.
“También recomendamos salvado de trigo, que es fibra soluble que ablanda mucho la materia fecal, ciruelas pasas, nueces, frutos secos, frutas en compota", enumera.
Milito explica que también recomiendan consumir Psyllium, una fibra soluble que se vende tanto en dietéticas como en farmacias, que se va dosificando.
“Primero damos una dosis más pequeña, una cucharadita de polvo con mucha agua, lo que representa la cantidad de fibra que la persona necesita, porque en esta vorágine de la vida diaria, a veces es difícil consumir la cantidad de fibra que se necesita si la obtenemos solo de los alimentos”, reflexiona.
Casos extremos
Milito explica que existen distintos grados de constipación, que son fácilmente detectables en la consulta: “Nosotros, en el interrogatorio, nos damos cuenta si es una conspiración que va a ser de fácil o de muy difícil manejo, porque a veces vienen pacientes que evacúan menos de una vez por semana, con heces muy duras, con gran esfuerzo evacuatorio, que necesitan digitarse”, precisa.
Y añade: “Estamos hablando ya de un extremo, en el que necesitan ayudarse con sus dedos para lograr la evacuación, o utilizan enemas, la realidad es que este subgrupo de evacuación muy difícil”. En esos casos "es raro que con solo indicarles que aumenten la fibra o la ingesta de líquidos, mejoren".
Es entonces cuando se emplean tratamientos farmacológicos. “Uno de los factores principales de la constipación, es tener un trastorno evacuatorio, o sea, que no ejerzan bien el pujo, y que ese sea el motivo por el que no vayan de cuerpo”, indica.
Ahora bien, al indagar en las causas por lo que esto ocurre, dice que ejercer mal el pujo es algo que probablemente se remonte a cuando las personas son chicas, sobre todo porque se trata en mayor medida de mujeres.
“La gran mayoría de las pacientes refieren que su mamá les prohibía ir al baño cuando eran chicas en el colegio, les decían ´aguanta hasta llegar a casa´, y tal vez a un varón no le decían eso, porque las mujeres tendemos a ser más pudorosas y lo que ocurre es que empiezan a contraerse esos músculos, porque dejamos de usar efectivamente los músculos de nuestro conducto anal”, analiza.
Y explica las consecuencias: “Ahí se empieza a cerrar nuestro aparato, de esta manera se origina la disinergia, o la memoria del dolor, a veces estuviste constipado en algún momento de tu vida y eso hizo que sientas tanto dolor que esos músculos se contraigan y después no te permitan realizar bien la maniobra evacuatoria”.
Por eso, Milito insta a las mujeres, a los niños, y a todos, cambiar la lógica: ir al baño donde y cuando querramos. “Cambiemos esa conducta: tanto en niños como niñas que vayan al baño, que hagan caca cuando quieran y donde quieran”, cierra.