Los días 2 y 3 de octubre, profesionales de la Dirección de Recursos Hídricos y la Subdirección de Monitoreo y Laboratorio Ambiental recorrieron la zona de la Junta, en el sureste de Tucumán, donde confluyen el Río Salí y el Arroyo Mista, para investigar la reciente mortandad de peces. Las inspecciones se realizaron por tierra, agua y aire, utilizando drones para monitorear la situación y evaluar las posibles causas.

Durante el recorrido, se observó una acumulación de peces muertos que estaban siendo arrastrados por la corriente del Río Salí, aunque los fuertes vientos del sur evitaron que continuaran hacia el Embalse de Río Hondo. Según los primeros reportes, no se hallaron rastros de vinaza, cachaza ni ceniza, productos típicos de la industria sucro-alcoholera.

Sin embargo, se detectó una baja concentración de oxígeno disuelto en el agua, lo que indicaría condiciones desfavorables para la fauna acuática. El equipo tomó muestras de agua y peces para análisis físico-químicos y biológicos, que serán realizados por expertos de la Estación Experimental Obispo Colombres y el Instituto Miguel Lillo.

Aunque aún se esperan los resultados definitivos, los especialistas sugieren que factores como la baja cantidad de agua, las altas temperaturas y la falta de oxígeno podrían ser responsables de la mortandad.

El secretario de Producción, Eduardo Castro, aclaró que este fenómeno no es exclusivo de Tucumán, sino que afecta a otras provincias del norte argentino, como Jujuy, debido a condiciones climáticas similares. Se espera que los resultados de laboratorio confirmen las causas exactas en los próximos días.