La Iglesia advierte sobre el auge de las apuestas en línea entre los jóvenes
Especialistas advirtieron que la ludopatía impacta de manera integral en el núcleo familiar, provocando el endeudamiento de jóvenes y familias, así como cuadros de ansiedad y riesgo suicida
Convocados por la Comisión Episcopal de Pastoral Social, especialistas y representantes eclesiásticos alertaron sobre el crecimiento de las apuestas online entre niños y adolescentes y reclamaron al Estado mayor compromiso y voluntad política para abordar la problemática.
La Comisión Episcopal de Pastoral Social (CEPAS), junto a la Subcomisión de Paz y Deporte de la Comisión Nacional de Justicia y Paz de la Conferencia Episcopal Argentina, organizó el conversatorio “La sociedad en juego: apuestas online y responsabilidad pública”.
El encuentro tuvo lugar en la sede del Episcopado, Suipacha 1031, en la ciudad de Buenos Aires, y contó con la participación de diputados y senadores nacionales de distintas fuerzas políticas, además de representantes del ámbito educativo, de la salud, empresarial, sindical y de organizaciones de la sociedad civil.
En la apertura, el secretario general de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), monseñor Raúl Pizarro, subrayó la gravedad del fenómeno: “Somos conscientes de las dificultades, pero no queremos mirar para otro lado. Está en juego la vida de nuestros jóvenes y adolescentes”. Añadió que la Iglesia percibe este asunto como una preocupación central y enfatizó la prevención: “Estamos poniendo un casino en la mano de los niños; el camino es la prevención”.
El secretario ejecutivo de la CEPAS, Fernando Barilatti, y la presidenta de la Comisión de Justicia y Paz, Ayelén Tomasini, ofrecieron la bienvenida y se refirieron al impacto social y cultural de las apuestas online. Citando un informe de Unicef, señalaron que uno de cada cuatro adolescentes habría apostado alguna vez. Alertaron sobre el papel del patrocinio y el marketing: la promoción intensiva puede normalizar el juego entre niños y jóvenes. Tras la introducción se desarrollaron las exposiciones de especialistas invitados.
Federico Pavlosvky, psiquiatra y autor de Apuestas online. La tormenta perfecta, describió la expansión del fenómeno: la universalización del acceso a teléfonos inteligentes —desde los 8 o 9 años— facilitó el acceso a casinos virtuales. Enfatizó la existencia de una industria detrás de las apuestas y advirtió sobre consecuencias familiares y sanitarias: endeudamiento, síntomas de ansiedad y tentativas de suicidio.
Matías Dalla Fontana, psicólogo especializado en adicciones y deporte, calificó la situación como “un experimento social” impulsado por entidades que buscan maximizar ganancias sin atender efectos adversos. Planteó la necesidad de proteger la integridad del sujeto —cuerpo, mente y persona— y destacó el rol ordenante de instituciones comunitarias como clubes, parroquias y familias.
Luciana Marino, coordinadora nacional de Juventud de Cruz Roja Argentina, presentó datos preliminares de un estudio realizado entre 11.400 adolescentes de 13 a 18 años en más de 60 sedes del país. Señaló que el 60% de los jóvenes está expuesto al fenómeno, de los cuales solo el 16% habló del tema en su hogar y el 20% en la escuela. Constató que, pese a la alta percepción del riesgo, la práctica persiste y que las escuelas no disponen de todas las respuestas necesarias.
Gustavo García, vicepresidente del Club Vélez Sarsfield, relató la experiencia institucional de desistir de contratos de patrocinio con empresas de apuestas online y la decisión —considerada osada dentro de la AFA— de optar por un sponsor distinto. Comentó que el club explicó su decisión a los socios y que, desde hace año y medio, recibe consultas sobre apuestas. García remarcó la necesidad de un marco regulatorio que brinde herramientas a las instituciones y alertó sobre la rapidez y el carácter silencioso del problema.
Para cerrar, se leyó el mensaje de la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina titulado “La ludopatía es un atentado contra la vida”, en el que se expresa la profunda preocupación de la Iglesia por el avance de la ludopatía. En la misiva, los obispos solicitaron el urgente tratamiento del proyecto de ley que obtuvo media sanción en la Cámara de Diputados y que corre riesgo de perder estado parlamentario si el Senado no lo trata este año.
Los obispos advirtieron que postergar o dejar caer la iniciativa legislativa sería una muestra de desinterés ante un problema que afecta a miles de familias. Exigieron una respuesta responsable por parte de los representantes políticos y plantearon que la cuestión ya no es solo reconocer los daños evidentes de la ludopatía, sino demostrar voluntad política para proteger a los más vulnerables. Citando al Papa Francisco, recordaron que “nuestros gobiernos no pueden ser cómplices de instigación a la ludopatía”.