La preocupante disminución de la vacunación en Argentina
En un contexto marcado por la desinformación y la falta de educación, el infectólogo Ricardo Teijeiro subrayó la alarmante disminución de las tasas de vacunación, particularmente entre niños y adolescentes
En el contexto actual de Argentina, se observa una situación preocupante en el ámbito de la vacunación, marcada por una tendencia a la baja que se ha intensificado en los últimos años, incluso antes de la llegada de la pandemia de COVID-19. Este fenómeno ha sido destacado por el infectólogo Ricardo Teijeiro, quien ha analizado detalladamente los datos y las implicancias de esta crisis silenciosa.
Teijeiro señala que el déficit en la cobertura de vacunas es significativo. Por ejemplo, la vacunación contra el virus del papiloma humano (HPV) en adolescentes apenas alcanza un 60%, una cifra que dista considerablemente del 95% considerado necesario para lograr un control efectivo de las enfermedades que pueden prevenirse mediante la inmunización. Esta estadística resalta la necesidad urgente de abordar las falencias en el sistema de vacunación argentino.
Asimismo, el especialista ha alertado sobre un fenómeno alarmante: entre el 20% y el 25% de los padres optan por no vacunar a sus hijos durante el primer año de vida. Esta decisión, que afecta a aproximadamente 120.000 niños cada año, plantea serias preocupaciones sobre la salud pública y la capacidad de la comunidad para prevenir brotes de enfermedades evitables.
Teijeiro califica esta cifra como “muchísimo”, lo que sugiere una situación que requiere atención inmediata. La resistencia a la vacunación proviene de múltiples fuentes, incluyendo creencias religiosas y enfoques naturistas que a menudo carecen de una base científica sólida. En este sentido, Teijeiro enfatiza que "la vacuna no es un bien personal, es un bien social". Esta afirmación resalta la importancia de la inmunización no solo para el individuo, sino también para la salud colectiva de la población.
Con el objetivo de revertir esta tendencia, el infectólogo aboga por una educación continua desde la infancia que promueva la prevención y combata la desinformación que se propaga, especialmente a través de las redes sociales. Teijeiro sostiene que “la educación es la mejor vacuna que podemos ofrecer”, sugiriendo que la formación y la información son herramientas clave para mejorar la aceptación de las vacunas. Además, el especialista advierte que el costo de tratar enfermedades prevenibles es mucho más elevado que el de implementar campañas de vacunación. Este aspecto económico, junto con el impacto social que conlleva, subraya la necesidad de invertir en la inmunización como una estrategia eficaz para proteger la salud pública.
Finalmente, Teijeiro hace un llamado a mejorar la comunicación en torno a la vacunación, con el fin de desmentir mitos y reforzar la confianza en las vacunas. Este es un pilar esencial para fortalecer la salud pública en Argentina y garantizar que la población pueda beneficiarse plenamente de los avances en la medicina preventiva.