Desde hace varias semanas, los casos de sarampión no han dejado de aumentar en Argentina. En todo el país, se han registrado un total de 26 contagiados, de los cuales al menos 11 corresponden a la Ciudad de Buenos Aires. Esta cifra se ha visto impulsada por un brote en un edificio de Palermo, que ha sido el epicentro de la infección en la capital. Además, se contabilizan 14 casos en la provincia de Buenos Aires y uno en San Luis, relacionado con el contagio de una beba de ocho meses.

El barrio de Palermo ha emergido como un punto crítico en esta situación. Según el Boletín Epidemiológico Nacional (BEN), siete de los 11 casos en CABA están vinculados a los primeros contagios detectados en febrero, que podrían estar conectados por contacto directo, ya que cinco de estos contagios se han producido en un mismo edificio. También se considera la posibilidad de transmisión comunitaria en la zona o a través de contactos en centros de salud, lo que complica aún más la trazabilidad del virus.

En la provincia de Buenos Aires, ocho de los 14 casos se relacionan con los detectados en la Ciudad. Uno de los casos tiene antecedentes de un viaje a Tailandia, aunque se ha descartado su relación epidemiológica con el resto de los contagios. Las autoridades han manifestado su preocupación, ya que esta situación podría dar lugar a una nueva cadena de transmisión. Además, en cuatro de los contagios no se ha podido establecer un nexo claro con las cadenas de transmisión conocidas.

Preocupación por un brote de sarampión en Buenos Aires: crecen los contagios que comenzaron en un edificio de Palermo

En San Luis, se ha registrado el primer caso fuera del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). Se trata de una beba de ocho meses que no estaba vacunada y que había viajado a México, lo que plantea preguntas sobre la efectividad de las campañas de vacunación y la necesidad de garantizar que se cumplan.

Las vacunas salvan vidas

Frente a este alarmante aumento en los contagios, el Ministerio de Salud ha subrayado la importancia de asegurar el cumplimiento del esquema de vacunación contra el sarampión, según las recomendaciones vigentes en diversas instituciones educativas, deportivas, recreativas y sociales. Las autoridades han destacado que las aulas y otros espacios donde se desarrollan actividades de este tipo suponen un contacto estrecho entre niños, adolescentes y adultos, facilitando la propagación del virus en la comunidad. En este contexto, la vacunación se presenta como una herramienta esencial para prevenir un brote aún mayor.

El infectólogo Hugo Pizzi dialogó con Los Primeros sobre la importancia de la vacunación y la gravedad de la nueva circulación del sarampión en el país.

“Es realmente triste porque tenemos todos los mecanismos para controlar la enfermedad, pero no sucede”

“El que está vacunado no tiene el más mínimo riesgo”

Crece el brote de Sarampión en Buenos Aires