A partir de los 40 años, la producción del colágeno comienza a disminuir de manera natural, lo que acelera ciertos signos del envejecimiento y puede influir en el bienestar físico general.

Esta disminución progresiva puede afectar no solo la elasticidad de la piel, sino también la fuerza muscular, la salud ósea y articular y el estado del cabello y las uñas. La buena noticia es que ciertos alimentos pueden estimular su producción natural y ayudar a mantener sus niveles por más tiempo.

Cómo actúa el colágeno y qué pasa después de los 40 años

El colágeno es un componente esencial del tejido conectivo: está presente en tendones, ligamentos, piel, huesos y cartílagos. Actúa como una “red” que sostiene y da forma al cuerpo, otorgándole resistencia y elasticidad.

A medida que pasan los años, el cuerpo pierde capacidad para sintetizar colágeno. Según un artículo publicado en Journal of Clinical Nutrition, esta pérdida es especialmente notoria desde los 40 años y se acelera aún más en las mujeres a partir de la menopausia. Entre las consecuencias más comunes de este descenso están:

  • Flacidez y arrugas en la piel
  • Dolor o rigidez en las articulaciones
  • Fragilidad en uñas y caída del cabello
  • Disminución de la densidad ósea

Además del paso del tiempo, existen factores que pueden acelerar esta pérdida como el tabaquismo, el estrés crónico, la exposición excesiva al sol y una dieta pobre en nutrientes clave.

Alimentos que estimulan la producción natural de colágeno

Qué alimentos estimulan el colágeno y por qué es clave después de los 40 años

Aunque existen suplementos de colágeno en polvo o cápsulas, una de las formas más efectivas y accesibles de cuidar esta proteína es a través de una alimentación variada y equilibrada. Los siguientes alimentos ayudan a estimular la producción natural de colágeno:

  • Carnes magras, pescados y huevos. Son ricos en proteínas de alto valor biológico, que aportan aminoácidos esenciales como la glicina y la prolina, componentes básicos del colágeno.
  • Caldo de huesos. Cocinar huesos por varias horas libera colágeno y minerales biodisponibles.
  • Frutas cítricas y frutas rojas. Altas en vitamina C, un nutriente fundamental para la síntesis de colágeno.
  • Vegetales de hojas verdes. Como la espinaca o la acelga, aportan clorofila y antioxidantes que protegen las fibras de colágeno.
  • Zanahorias, batatas y zapallo. Aportan vitamina A, que favorece la regeneración celular.
  • Nueces, almendras y semillas. Fuente de zinc, cobre y vitamina E, que protegen el colágeno ya formado.

Además, se recomienda reducir el consumo de azúcar y alimentos ultraprocesados, ya que pueden contribuir a la degradación del colágeno a través de procesos inflamatorios internos.

Hábitos que ayudan a preservar el colágeno por más tiempo

Más allá de la dieta, existen otros factores que inciden en la salud del colágeno y que pueden marcar una gran diferencia:

  • Hidratación adecuada. Beber suficiente agua mantiene la piel elástica y favorece la función celular.
  • Protección solar. La radiación UV rompe las fibras de colágeno y acelera su degradación.
  • Actividad física regular. Favorece la circulación y estimula la producción de colágeno en músculos y articulaciones.
  • Evitar el cigarrillo. El tabaco disminuye la oxigenación celular y genera radicales libres que dañan el colágeno.
Qué alimentos estimulan el colágeno y por qué es clave después de los 40 años

Cuidar el colágeno es, en definitiva, una inversión a largo plazo en salud y bienestar. A través de pequeñas elecciones diarias, como incluir los alimentos adecuados y mantener hábitos saludables, es posible conservar esta proteína esencial durante más tiempo y disfrutar de una mejor calidad de vida