Qué conductas debemos seguir para un envejecimiento saludable
Se suele asociar a la tercera edad con la enfermedad y la discapacidad, sin embargo, es posible envejecer de otra manera.
Los consejos de alimentación y actividad física se refieren especialmente al bienestar físico. Pero ¿cómo es el envejecimiento saludable desde el punto de vista de la salud mental? Respondió el doctor Rolando Salinas (MN 72 24), jefe de Salud Mental del Hospital Alemán, profesor de Psicología de la Salud en la Universidad Católica Argentina: “Resolver adecuadamente las exigencias adaptativas de la edad resulta fundamental para el bienestar psicológico y permite prolongar el funcionamiento social en forma vital. La verdadera autonomía está en la capacidad de aceptar las etapas de la vida de un modo fluido y natural”, aseguró el médico.
Conductas a seguir para un envejecimiento saludable
La doctora Perret ofreció una serie de recomendaciones para determinar, en lo posible, la manera de envejecer:
- Practicar ejercicio físico: reduce el riesgo de enfermedad cardiovascular, hipertensión arterial, obesidad, diabetes, osteoporosis, demencia. Favorece la independencia funcional y mejora la calidad de vida.
-Se aconseja realizar una actividad aeróbica moderada a vigorosa durante 20 a 30 minutos 3 a 5 veces por semana. Ejemplos: caminata, natación, gimnasia en el agua.
-También es importante entrenar el fortalecimiento muscular, la flexibilidad y el equilibrio, por ejemplo, con ejercicios con el propio peso corporal.
-Se recomienda establecer una rutina de actividades, con progresión gradual en cuanto a intensidad y frecuencia. Previo al inicio de ejercicio físico, consultar al médico.
- Realizar una alimentación adecuada: una dieta rica en fibras y baja en grasas saturadas disminuye el riesgo de enfermedad cardiovascular y mortalidad.
La dieta recomendada es la de tipo mediterránea que consiste en alto consumo de: cereales, frutas, verduras, legumbres, frutos secos, aceite de oliva (como grasa principal). lácteos (leche, yogur, queso); moderado consumo de pescados, aves; bajo consumo de huevos, dulces, carnes rojas.
El abuso de alcohol puede producir deterioro cognitivo, y problemas en el hígado, páncreas y corazón. Evitar también la automedicación.
- Realizar chequeos médicos. Ciertas patologías como la hipertensión arterial, diabetes y colesterol alto en general no dan síntomas y aumentan el riesgo de enfermedad coronaria, cerebrovascular y arteriopatía periférica. Su detección precoz y adecuado tratamiento disminuyen el riesgo de enfermedad cardiovascular.
El rastreo de cáncer de mama a través de la mamografía, de cáncer de cuello de útero a través del papanicolao y del cáncer de colon a través de sangre oculta en materia fecal o videocolonoscopía permiten la detección temprana de dichos cánceres.
- Vacunarse. Se recomienda, a partir de los 65 años, aplicarse la vacuna antigripal en forma anual y la vacuna antineumocócica de 13 serotipos y, al año, de 23 serotipos. La vacuna doble adultos, del herpes zoster y del covid, según consejo médico.
- Realizar controles de visión, audición y salud bucal.
- Adaptar la casa para la prevención de caídas y accidentes: Cerca de un 30% de las personas mayores de 65 años se cae por año y el 5% de las que se caen sufre una fractura y/o requiere hospitalización. Los factores que predisponen a caídas pueden ser inherentes al individuo como problemas con la visión, articulares o neurológicos, o ambientales.
Por eso, es tan importante fomentar la comunicación y los encuentros con otra gente, asistir a clubes de jubilados o asociaciones barriales, para mantenerse en contacto con otras personas. Además, es muy útil para prevenir el deterioro cognitivo participar en talleres, adquirir nuevos conocimientos y/o habilidades, realizar trabajo solidario y ejercitar la memoria mediante crucigramas, juegos de ingenio o lectura de libros.
Un estudio realizado en la Universidad de Northwestern, en Estados Unidos, y publicado en la revista The Journal of Neuroscience descubrió a un grupo de adultos mayores, a los que llamaron “SuperAgers” o “Superancianos” cuyos cerebros se mostraron resistentes al deterioro cerebral. ¿Qué los hace tan especiales? Tienen más de 80 años pero conservan una memoria de entre 20 y 30 años más joven.
Los investigadores descubrieron que si bien las neuronas situadas en la corteza entorrinal, responsables de la capacidad de recordar, eran mucho más grandes en estas personas, todas tenían cuatro hábitos de vida en común, propias del envejecimiento saludable: mantenerse activos físicamente; desafiar su cerebro; tener fuertes relaciones sociales y disfrutar de la vida. Será cuestión de seguir sus buenas costumbres para tener una buena memoria aunque pasen los años.