Salvaron la vida de un niño que había sufrido un accidente vehicular
En el marco de la reciprocidad entre Tucumán y Catamarca, y ante el requerimiento de la directora del Hospital de Santa María, se decidió llevar a cabo un MEDEVAC (evacuación de emergencia) que permitió trasladar a un paciente masculino de 6 años.
El escenario que se presentó en el quirófano del Hospital del Niño Jesús fue uno de extrema urgencia. Un paciente menor de edad ingresó con una grave lesión en el hígado, lo que provocaba una hemorragia interna severa. Este tipo de situación, donde el tiempo es un factor crucial, no solo comprometía la salud del niño, sino que también exigía una respuesta inmediata y coordinada por parte de los equipos de salud involucrados.
El menor había sufrido un traumatismo cerrado en el abdomen, lo que había generado la necesidad de un traslado urgente desde su localidad de origen, Santa María, en la provincia de Catamarca. En este contexto, el Hospital del Niño Jesús en Tucumán se convirtió en el destino crítico para recibir al paciente.
La preparación del equipo del Servicio de Emergencias fue clave; estaban listos para atender al niño tan pronto como llegara. El traslado fue realizado por el piloto Federico Sagrista, quien, junto a los profesionales aeroevacuadores, la doctora Patricia Villagra y el licenciado Juan Heredia, brindaron asistencia continua y de calidad durante el vuelo. Estos profesionales no solo se encargaron de la conducción del avión, sino que también mantuvieron la vigilancia y el cuidado del menor en estado crítico, asegurando que su condición no se deteriorara durante el trayecto.
La intervención oportuna y la dedicación del equipo médico fueron determinantes para salvar la vida del niño. La rápida respuesta y la coordinación efectiva entre los equipos de salud y los servicios aéreos son un claro ejemplo del trabajo en equipo, que resulta fundamental para el bienestar de la comunidad.
Así, este caso resalta la importancia de la preparación y la colaboración interinstitucional en el ámbito de la salud pública, donde cada segundo cuenta y cada acción puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.