Solicitar a una inteligencia artificial que "escriba como un humano" se ha convertido en una expresión común entre quienes buscan textos naturales y exentos de ese matiz "robótico" que a veces se atribuye a los sistemas automáticos. Esta intención es comprensible: la mayoría de los usuarios prefieren contenidos que fluyan, resulten atractivos y, por sobre todo, no remitan a una máquina. Sin embargo, en la práctica, esta indicación no produce el efecto esperado.

Muchos creen que con este sencillo prompt basta para transformar el estilo del mensaje y lograr una escritura con matices, cercanía y humanidad. Lo que pocos saben es que esta frase suele funcionar en sentido contrario: en lugar de mejorar, puede ocasionar que la inteligencia artificial genere resultados menos precisos, especialmente cuando el contexto exige profesionalismo, información concreta y claridad.

Este malentendido suele generar frustración entre quienes utilizan herramientas como ChatGPT para redactar artículos, mensajes laborales o contenido especializado. Es fundamental comprender cómo operan estas plataformas y por qué una instrucción genérica como "escribe como un humano" no solo no aporta valor, sino que suele confundir al sistema.

El prompt que induce a error a la IA

Cuando se emplea el prompt "escribe como un humano", la inteligencia artificial intenta interpretar la solicitud de la mejor manera posible. Aquí surgen las primeras dificultades. ChatGPT y otros modelos similares ya están diseñados para procesar y generar textos con estructura y lógica humana. Han sido entrenados con miles de millones de frases extraídas de libros, artículos periodísticos, foros de discusión y conversaciones reales entre personas.

Al recibir la instrucción de sonar más humano, la IA entiende que debe enfatizar lo que considera rasgos característicos de la comunicación humana. Así pueden aparecer exageraciones, bromas fuera de contexto, informalidad excesiva y expresiones coloquiales o emotivas que no se ajustan al propósito del contenido. En lugar de aumentar la naturalidad, estos textos pueden resultar forzados o poco profesionales.

Otro aspecto a tener en cuenta es que comandos vagos como "escriba como un humano" carecen de una directriz clara. La IA, ante la ausencia de un objetivo específico, intenta inferir qué espera el usuario. Esto puede derivar en textos con muletillas innecesarias, repeticiones o frases que simulan espontaneidad pero que resultan redundantes o poco útiles, especialmente en contextos donde la precisión es fundamental.

Razones para evitar el prompt "Escribe como un humano"

Es mucho más eficaz proporcionar instrucciones específicas sobre el tono, el público y el estilo deseados. Por ejemplo, se puede solicitar un texto formal para un informe o un mensaje cercano para una carta personal. También resulta útil presentar ejemplos concretos del resultado esperado.

El principal inconveniente de pedirle a la IA que "escriba como un humano" es que puede generar respuestas menos naturales y menos útiles. Al intentar forzar una voz humana, los modelos pueden incurrir en errores, exageraciones o desviaciones del objetivo real del texto. Por ello, se desaconseja el uso del prompt "Escribe como un humano".

En esencia, las inteligencias artificiales actuales ya producen contenido con lógica y estructura humanas por defecto. Lo esencial es saber orientar a estos sistemas mediante indicaciones claras y precisas, detallando el objetivo, el tipo de público y el formato esperado. Si se desea un texto más fluido y convincente, la clave está en perfeccionar el prompt, no en pedir a la IA que imite algo que ya realiza de manera estándar.