En la reciente discusión sobre la música generada por inteligencia artificial, ha surgido un incidente notable relacionado con el cantante y compositor de música country Blaze Foley. La revista especializada 404 Media informó que la semana pasada se lanzó una nueva canción titulada "Together" en Spotify, la cual, según el sello discográfico que gestiona la obra de Foley, no es de su autoría. 

Esta canción, presentada como una balada country, combina elementos como voz, piano y guitarra eléctrica, y está acompañada por una imagen de portada generada por IA, que no representa a Foley. El sello discográfico ha expresado su preocupación por el impacto que este tipo de prácticas puede tener en la imagen del artista y su legado. Aseguran que cualquier verdadero fanático de Foley podría discernir rápidamente que la canción no es auténtica.

Asimismo, critican la falta de medidas de seguridad en plataformas como Spotify, que permite la difusión de este tipo de contenido sin la debida verificación, lo que podría confundir a los oyentes y afectar a los artistas legítimos. La investigación realizada por 404 Media también reveló que la canción cuenta con un copyright registrado por una entidad denominada Syntax Error, que no posee presencia en Internet, pero que ha subido otras canciones generadas por IA en la misma plataforma. 

Este fenómeno no es aislado, ya que la banda The Velvet Sundown ha admitido que su música, que ha alcanzado más de un millón de reproducciones, es una combinación de elementos generados artificialmente, lo que ha generado un debate sobre la autenticidad en la música contemporánea. La situación plantea preguntas sobre el futuro de la música y el valor del arte en un contexto donde la inteligencia artificial juega un papel cada vez más relevante. Históricamente, los lanzamientos de música post mortem eran limitados a trabajos ya completados antes de la muerte del artista. 

Sin embargo, el reciente caso de una canción publicada en Spotify de un artista fallecido hace 36 años, sin el consentimiento de su familia, marca un cambio significativo en la forma en que se aborda la creación musical y la propiedad intelectual en la era digital.