La reciente controversia en torno al precio de un combo de comida en el Cerro Catedral, Bariloche, ha capturado la atención y desatado un debate significativo en las redes sociales. Un turista argentino expresó su asombro al descubrir que un pancho y una gaseosa costaban $18.000, cifra que, sorprendentemente, rivaliza con los precios de algunos de los destinos de esquí más exclusivos del mundo, como Aspen, en Colorado, Estados Unidos

Comparativa de precios: ¿Es más caro comer un pancho en Bariloche que almorzar en Aspen?

Esta comparación ha llevado a muchos a cuestionar la justificación de tales precios en un contexto de turismo interno que enfrenta serios desafíos. La fotografía del menú, que rápidamente se volvió viral, ilustra un fenómeno que va más allá de un simple sobreprecio. El argumento, presentado por distintos operadores turísticos, es que el denominado "costo de la montaña" incrementa los precios por razones de logística y operatividad. Sin embargo, estos factores no parecen ser suficientes para explicar por qué un alimento tan básico como un pancho puede costar más del doble que en la misma ciudad de Bariloche, donde es posible conseguir el mismo combo por menos de $8.000. 

Precios que encienden la polémica

UbicaciónProductoPrecio (ARS)Precio (USD)
Cerro Catedral (Bariloche)Pancho + gaseosa$18.000US$13,75
Aspen – Home Team BBQHamburguesa con guarnición$20.890US$15.95
Aspen – Hops CultureQuesadillas$15.720US$12
Aspen – The Big WrapWraps grandes (para compartir)$12.180US$9.30

Esta diferencia ha llevado a muchos a plantear que la situación actual del turismo interno se encuentra en una encrucijada crítica. Los datos del sector turístico corroboran esta tendencia inquietante. Este año, se ha registrado un aumento cercano al 30% en el número de argentinos que eligen vacacionar en el exterior, particularmente en países como Brasil y Chile. Este incremento se atribuye a la percepción de que viajar al extranjero puede resultar más económico que disfrutar de unas vacaciones en la Patagonia. 

El argumento se sostiene en la lógica de que el costo de volar a estas naciones a menudo es comparable o incluso inferior al de pasar unos días en destinos nacionales. La situación se agrava en un contexto donde la inflación y la falta de control de precios se han vuelto temas recurrentes en la vida diaria de los argentinos. La indignación generalizada por el precio del pancho en el Cerro Catedral se convierte así en un símbolo de una crisis más profunda, que afecta la accesibilidad del turismo interno. Muchos vacacionistas enfrentan un dilema: optar por unas vacaciones en el país, que se han vuelto cada vez más costosas, o buscar alternativas en el extranjero que, a pesar de ser más distantes, resultan más asequibles. 

La situación actual del turismo interno en Argentina plantea preguntas importantes sobre la sostenibilidad del sector y su futuro. La combinación de precios desproporcionados, inflación y el atractivo de destinos internacionales pone en riesgo no solo la industria turística local, sino también la posibilidad de que los argentinos disfruten de su propio país sin que ello implique un sacrificio económico significativo. Este escenario invita a una reflexión más profunda sobre la necesidad de un equilibrio entre la oferta y la demanda, así como de un análisis más exhaustivo sobre las condiciones que rodean a la industria del turismo en Argentina.