Modo vacaciones: El Cadillal seduce con sus actividades y gastronomía
Todo lo que hay que saber de uno de los lugares más elegidos para una escapada estas vacaciones de invierno

Para los tucumanos, El Cadillal es el lugar que siempre estuvo cerca. A poco más de veinte kilómetros de la Ciudad, por la ruta provincial 314, la villa veraniega se convirtió en uno de los lugares más elegidos para escapar de la vorágine del calor con un espejo de agua durante estas vacaciones de invierno.
Las empanadas jugosas. Los quesos y quesillos. Los tamales y humitas. La herencia andina de los guisos y el locro. La gastronomía tiene un sello de distinción en uno de las principales zonas turisticas de la provincia.
Quizás la mejor opción para comenzar el día es un paseo por la Aerosilla Nuevo Cadillal, un recorrido de 1.200 metros sobre la falda del cerro Médici.
Después de un viaje de pocos minutos y de la brisa suave en la cara, se accede a la mejor vista que ofrece el destino: una imponente postal de la sierra de Medina y el dique Celestino Gelsi.
Una vez arriba, se puede conocer más de la flora del lugar en el Sendero Las Yungas, una plácida caminata de una media hora para internarse en la selva de pedemontana. Allí están algunos de sus árboles típicos: cebil colorado, horco molle y laurel, entre otros. El último tramo, antes de tomar la aerosilla de regreso, es por el Puente de los Deseos.
Al regreso y antes de comenzar con las actividades acuáticas, un paso por el Museo Arqueológico se convierte en un breve viaje por la cultura Candelaria y otras prehispánicas que habitaron en la zona. El recorrido autoguiado muestra vasijas, morteros, jarras y puntas de proyectil de los antiguos pobladores, además de explicar su historia con una clara línea de tiempo.