A partir de 2025, los turistas que no sean de la Unión Europea y que deseen viajar a Europa deberán cumplir con un nuevo requisito a la hora de ingresar al continente. Esto implica que, además del pasaporte, se deberá presentar un documento de viaje obligatorio.

Esta nueva normativa tiene como objetivo principal fortalecer la seguridad y mejorar el control de las fronteras en el espacio Schengen, que abarca 26 países europeos. Así, las autoridades buscan establecer un marco más robusto para la gestión de la migración y la seguridad en la región.

El nuevo requisito para ingresar a Europa: ¿cuál es?

El documento en cuestión es el Sistema Europeo de Información y Autorización de Viajes (ETIAS). A diferencia de una visa, el ETIAS actúa como un documento de autorización de viaje que permite a turistas y migrantes ingresar a la UE como visitantes. Esta medida será aplicable a ciudadanos de más de 60 países, entre ellos Argentina y Brasil, quienes podrán ingresar a Europa por un máximo de 90 días.

Las autoridades de migraciones de la Unión Europea han indicado que la implementación de esta medida está prevista para mediados de 2025. La expectativa es que contribuya a un control más eficiente y seguro de las fronteras.

¿Cuál es el proceso para solicitar el ETIAS?

Para obtener el ETIAS, los viajeros deberán ingresar al sitio web oficial del sistema y completar el formulario correspondiente. El costo de la autorización es de 7 euros. Este documento tendrá una validez de tres años, o hasta que caduque el pasaporte asociado.

Una vez enviada la solicitud, el sistema llevará a cabo una verificación automática de la información con diversas bases de datos de seguridad internacionales, incluyendo Interpol. En situaciones excepcionales, este proceso puede demorar hasta 96 horas. Este mecanismo está diseñado para facilitar la identificación de posibles riesgos de seguridad antes de que los viajeros lleguen a las fronteras europeas.

Adicionalmente, se prevé que el ETIAS no solo mejore la seguridad, sino que también genere un impacto positivo en el turismo en Europa. Al ofrecer un proceso de entrada más seguro y eficiente, se espera que tanto los países europeos como los turistas se beneficien. Este sistema promete simplificar los requisitos de entrada y mejorar la experiencia general de viaje en el continente.