Ni el calor agobiante, ni la edad, ni siquiera su impedimento físico, pudieron torcer su voluntad de cumplir con el deber cívico de emitir su voto.

Lilia Llobeta de 96 años, se desplaza en silla de ruedas y, a pesar de estar exhimida de la obligación de exponerse a la elevada temperatura, igual quiso participar de las elecciones generales que se desarrollan hoy en todo el país.

Asistencia perfecta

La mujer le pidió a su familia que la llevaran a votar, como lo hizo toda su vida desde que las mujeres están habilitadas para hacerlo.

"Es importante poder elegir", dijo luego de poner el sobre con el voto en la urna.

Hasta este mediodía, cuando lo hizo, ya había sufragado casi el 30% del padrón en toda la Argentina.