Cristiano Ronaldo es mundialmente conocido. Con altísimo perfil e insaciable espíritu competitivo, el actual delantero del Manchester United se cansó de cosechar títulos y quebrar récords en los últimos 15 años, batallando con Lionel Messi por la corona de mejor jugador del mundo. Georgina Rodríguez se convirtió en una marca global. La modelo y empresaria supo exprimir al máximo su imagen y astucia, y construyó junto a su pareja la foto perfecta. Su popularidad explotó todavía más con el estreno de su serie en la plataforma de Netflix llamada Soy Georgina, en la que cuenta intimidades de su vida, y de su unión con CR7.

La vida de la modelo nacida en Argentina, por caso, no siempre estuvo rodeada de fama y riqueza. Su familia inicialmente hizo base en la ciudad en Murcia, ubicada en el sureste de España, pero su padre, porteño, tomó la decisión de viajar a Buenos Aires para que tanto ella como su hermana Ivana tuvieran la nacionalidad albiceleste.

Por las distintas necesidades económicas, Georgina se sumergió en el mundo laboral a temprana edad, y tuvo distintos trabajos. Su primera experiencia fue como mesera en Jaca y siguió como niñera para una familia radicada en Bristol, Inglaterra. Una vez que se mudó a la capital de España, consiguió un puesto como asistente de ventas en uno de los locales de la famosa marca de indumentaria Gucci, donde nunca pensó que cambiaría totalmente su vida gracias a una inesperada visita de Cristiano Ronaldo.

Comienzo de la relación

La modelo recuerda con muchos detalles el día que conoció al portugués a fines de 2016, cuando el delantero todavía jugaba en el Real Madrid. “El día que conocí a Cristiano voy a trabajar, llego a Gucci y, cuando salgo de la tienda, veo aparecer a un hombre muy guapo. Me detuve y comencé a sentir cosquillas en el estómago y dije: ‘Pero oye, ¿qué me pasa?’. Días después, nos volvimos a ver en el evento de otra marca. Fue entonces cuando pudimos hablar en un ambiente relajado, fuera de mi entorno de trabajo. Fue amor a primera vista para ambos, fue un momento de ‘clic’”, relató en primera persona en charla con la revista Elle de Italia.

Comenzaron a salir de manera secreta e intentaron mantener la confidencialidad de la relación bajo llave. Pero en el mundo de las celebridades es difícil esconderse y más si estás al lado de uno de los dos futbolistas más importantes del último tiempo. A mediados de 2016, un fotógrafo encontró a CR7 paseando por Disney París acompañado por una misteriosa acompañante, que a primera vista no parecía asemejarse a Georgina. Sin embargo, el tiempo sacó a la luz que era ella, pero disfrazada con peluca y anteojos de sol para intentar proteger su identidad, que finalmente se hizo pública.

Una vez blanqueada la relación, Georgina pudo hablar sobre el tema con mayor soltura y hasta recordar divertidas anécdotas de sus inicios: “La primera vez que fui a casa de Cristiano me perdía cada vez que iba a la cocina por agua. A veces tardaba media hora en volver del salón porque no conocía el camino. Era muy grande”. En declaraciones con la agencia EFE, ella explicó: “Estaba acostumbrada a vivir en departamentos pequeños. Tardé medio año para ubicarme en su casa”.

Dar el salto de una vida tranquila y humilde a estar al lado de uno de las personas mejor pagas del planeta no resultó algo fácil de asimilar. “De camino al trabajo llegaba en autobús y Ronaldo me buscaba en un Bugatti de 2 millones de dólares. Pasé de vender artículos de lujo a lucirlos en la alfombra roja. Tengo millones de seguidores y soy la mujer del hombre más seguido del mundo”, agregó la modelo.

Uno de los cimientos en el inicio de la historia de amor fue la gran relación que logró la argentina con el primer hijo de Ronaldo, Cristiano Jr. Vale recordar que la madre del niño le cedió la crianza al jugador a cambio de mantener su nombre y apellido en la confidencialidad. Posteriormente, en junio del 2017 vinieron al mundo Mateo y Eva, nacidos por gestación subrogada y en pleno noviazgo ya conocido por todo el mundo, a los que Georgina como si fueran suyos. Finalmente, en noviembre de ese año nació Alana Martina, la primera hija que tuvieron en común.

“Ni Cristiano ni yo consideramos que Alana sea mi única hija. Mis hijos son los cuatro y los cuatro me llaman mamá. 

La relación siempre fue la ideal, se aprovechan mutuamente en busca de la felicidad y la serie tiene el objetivo de mostrar la gran familia que son en la intimidad: “He aprendido mucho de él. Me ayuda, me enseña y me motiva. Al final eres el reflejo de lo que ves, y yo lo veo. Aunque ya era una mujer sana y deportista, hoy, y gracias a él, me siento aún mejor. Por ejemplo, al principio me daba vergüenza entrenar junto a él, es Cristiano Ronaldo, al fin y al cabo. Pero luego todo cambió. Él es mi inspiración”.

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Fuente: Infobae