Maduro gana contundentemente en elecciones definidas por la oposición como una "farsa"
El Partido Socialista Unido de Venezuela obtuvo el 82,68 % de los votos, mientras que el CNE estimó la participación en poco más del 42 % de los 21 millones de votantes habilitados. Los días previos estuvieron marcados por detenciones masivas y una nueva represión de la disidencia.
El reciente proceso electoral en Venezuela ha suscitado una serie de reacciones y análisis en el ámbito político internacional. En esta ocasión, el partido gobernante, el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), ha logrado una victoria notable en las elecciones parlamentarias y regionales, a pesar de las circunstancias que rodearon la votación.
En el marco de estas elecciones, el PSUV obtuvo 23 de los 24 cargos de gobernación y alcanzó un 82,68% en las listas de miembros de la Asamblea Nacional, según reportes del Consejo Nacional Electoral (CNE). Sin embargo, el contexto de la votación estuvo marcado por el boicot de la principal coalición opositora, liderada por María Corina Machado, quien instó a la ciudadanía a no participar en lo que consideró una elección “farsa”.
Los observadores de la AFP que recorrieron diferentes centros de votación señalaron que la participación ciudadana fue notablemente inferior en comparación con elecciones anteriores, como las presidenciales de julio de 2024. El CNE reportó una participación de poco más del 42% de los 21 millones de votantes habilitados en el país. Estos comicios se llevaron a cabo en un ambiente de tensión política y represión, con detenciones masivas de opositores antes de la elección, incluyendo la detención de Juan Pablo Guanipa, un destacado líder opositor.
El gobierno de Maduro ha sostenido que las acciones de la oposición son parte de un intento por desestabilizar su administración, una narrativa que ha sido común desde su ascenso al poder tras la muerte de Hugo Chávez en 2013. En su discurso tras los resultados, Maduro celebró lo que describió como una “victoria de la paz y la estabilidad”, enfatizando el respaldo al chavismo.
Las elecciones vistas desde la oposición
La oposición, por su parte, ha descalificado el proceso electoral. Se organizaron recuentos de votos en centros de votación, que, según sus informes, habrían favorecido a su candidato Edmundo González Urrutia. Las tensiones posteriores a las elecciones de julio de 2024, que resultaron en una baja de confianza en el sistema electoral, han llevado a muchos venezolanos a cuestionar la legitimidad de la votación actual.
Antes de que se anunciaran los resultados, Machado utilizó las redes sociales para mostrar imágenes de escuelas electorales desiertas, reiterando que la situación era una evidente manifestación de rechazo al régimen. Además, hizo un llamado a las fuerzas armadas para que tomaran acción contra Maduro, un ruego que no ha encontrado eco en el estamento militar.
Por otro lado, una facción opositora liderada por Henrique Capriles decidió participar en las elecciones, argumentando que la abstención solo favorece el fortalecimiento del control del gobierno. Capriles logró un escaño en el parlamento, lo que plantea interrogantes sobre las estrategias futuras de la oposición.
Implicaciones internacionales
Las elecciones en Venezuela también han tenido repercusiones en el ámbito internacional. La administración del presidente estadounidense Donald Trump ha implementado medidas que afectan directamente la economía venezolana, revocando permisos a Chevron para operar en el país y generando incertidumbre para el gobierno de Maduro. Además, la política migratoria de Estados Unidos ha afectado a cientos de miles de venezolanos, intensificando la crisis humanitaria.
Por último, la disputa territorial sobre la región de Esequibo, rica en recursos naturales y bajo administración de Guyana, ha reavivado tensiones, con Maduro reiterando su intención de reclamar la zona. Esta situación ha llamado la atención de la comunidad internacional, que sigue de cerca los acontecimientos en Venezuela, un país que enfrenta desafíos significativos en términos políticos, económicos y sociales.