Malvinas: un diario inglés respalda la soberanía argentina

40 años después del conflicto, un periodista en The Guardian afirmó que la soberanía británica es “una absurda resaca imperial que debe terminar.
sábado 09 de abril de 2022
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El periodista británico Simon Jenkins, autor del libro The Battle for the Falklands (La batalla por las Malvinas), publicó este viernes una columna de opinión en el medio británico The Guardian a propósito de los 40 años de la guerra con un provocador título que apunta directamente a la actitud de Londres frente a la cuestión de las islas Malvinas: "La soberanía británica sobre las Malvinas es una absurda resaca imperial que debe terminar".

A la hora de resolver el conflicto Jenkins, quien ya en 2010 había afirmado que la soberanía sobre las Malvinas era "un caro legado imperial" y que las islas debían ser devueltas al país, pide un leaseback, una estrategia que fue propuesta en la década del 70 y consistiría en cederle la soberanía a la Argentina a cambio del uso libre por parte de los isleños por un prolongado período de tiempo.

"La solución del leaseback hace honor a la geografía, la historia, la diplomacia y la economía. Es sentido común. Más de 60 millones de libras (78 millones de dólares) al año en defensa militar para las islas no lo es. Si los políticos londinenses carecen de las agallas necesarias para buscar un acuerdo con Buenos Aires, quizá los isleños deban afrontar el futuro y buscar uno por sí mismos", escribió. 

Historia de una negociación fracasada

En el artículo, Jenkins pone énfasis en los años previos al inicio de la guerra, en donde las chances de lograr un acuerdo sobre la soberanía de las islas parecían una posibilidad real en el marco de las negociaciones que se llevaban a cabo de forma intermitente desde la década del 60 bajo el paraguas de las Naciones Unidas y su fomento de la descolonización.

El periodista rescata la figura de un joven integrante del gobierno del entonces Primer Ministro británico, John Callaghan, llamado Ted Rowlands, quien en 1977 logró ganarse la confianza de los isleños y convencerlos de que era necesario hacer algún tipo de concesión a la Argentina.

Fue su propuesta de leasebacking la que fue aceptada por los habitantes de las islas: otorgarle la soberanía a la Argentina, a cambio de la concesión a los isleños del uso del territorio por un largo período, que en ese momento se consideraba podía ser de 99 años o más.

Jenkins apunta a la derrota del Partido Laborista en 1979 como un momento clave que terminó tirando por la borda esta iniciativa. Rowlands, la persona en la cual los isleños confiaban, abandonó el gobierno y fue reemplazado por otro funcionario. La resistencia a un acuerdo empezó a crecer en el partido conservador británico, como así también en ciertos sectores de la isla.

"De haber tenido éxito, se habría evitado la guerra, resuelto una arcaica disputa imperial, y se habría conseguido la paz de los isleños con sus vecinos", escribe Jenkins, quien agrega que mientras esto sucedía en Londres, "un régimen militar beligerante bajo el mando del general Galtieri tomó el poder en Buenos Aires", y avanzó con la invasión. 

El periodista también señala que la cuestión de la "autodeterminación de las islas", un tema al cual Londres siempre vuelve en su discurso, es en realidad "una maniobra de distracción". 

"Los isleños no son autónomos, ya que dependen de la buena voluntad de Gran Bretaña para su seguridad. Gran Bretaña se deshizo efectivamente de Adén, Diego García y Hong Kong cuando le convenía al interés nacional. Los isleños fueron persuadidos de la necesidad de un compromiso. Esto casi se logró. Gran Bretaña ganó la guerra, pero ahora se encuentra con que tiene que mantener una base militar en el Atlántico Sur, mientras que todo lo que tiene que hacer Argentina es sonreír", añadió.

Haciéndose eco de la columna escrita por el canciller argentino Santiago Cafiero en el mismo medio, en donde afirmó que ambos países se comportan "como si el conflicto hubiera ocurrido ayer", Jenkins cierra con una pregunta en esa dirección: "¿Puede el Reino Unido sobreponerse a la hostilidad? ¿No podrían los dos países, ahora democracias, volver al menos a los acuerdos de comunicación de las Malvinas de los años 70?".

Fuente: Clarín