Elecciones en Colombia: los desafíos del nuevo gobierno

Este domingo 29 de mayo, 39 millones de colombianos podrán elegir un nuevo presidente. Expertos analizan los desafíos para el sucesor de Iván Duque.
miércoles 25 de mayo de 2022
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Gobernabilidad democrática, pobreza, inflación, violencia, Acuerdo de Paz, reforma del sistema de pensiones, inmigración venezolana y medio ambiente son algunas de las mayores tareas que el presidente de Colombia que asuma el 7 de agosto deberá atender y resolver, o por lo menos no dejar empeorar.

"El primer desafío que enfrentará el próximo presidente es la gobernabilidad democrática", dice a este medio el  constitucionalista Rodrigo Uprimny, quien considera que, en general, hay siete grandes retos con sus respectivas tareas por hacer.

La polarización de la campaña electoral hace temer que, si cualquiera de los dos candidatos de los polos de izquierda o derecha, Gustavo Petro o Federico Gutiérrez, gana las elecciones, va a haber acusaciones de "fraude". "Aparte de las debilidades del sistema electoral, hay un congreso pluripartidista que, en principio, es bueno en un sistema parlamentario, porque obliga a un Gobierno al consenso. Pero, en un régimen presidencial como el colombiano, genera problemas de gobernabilidad y la posibilidad de que la oposición no sea muy leal a la democracia", teme Uprimny. 

Por ello, para el constitucionalista, "la primera tarea será construir y lograr una gobernabilidad respetuosa de la democracia y del Estado de Derecho, porque existe el riesgo de que su fracaso le podría abrir la puerta a tentaciones autoritarias".

Acuerdo de Paz, seguridad y violencia paramilitar

Por su parte, Viviana García Pinzón, investigadora del Instituto Arnold Bergstraesser (ABI), especializado en estudios trans-regionales, resalta, "la situación del Acuerdo de Paz y el incremento de la violencia". Un punto que, según García Pinzón, tiene que ver con el deterioro de la seguridad, del cual "la muestra más clara fue el paro armado de paramilitares en este mes de mayo, impulsado por el llamado Plan del Golfo o Autodefensas de Colombia". 

El crecimiento de la violencia de grupos armados tiene que ver, según la politóloga colombiana, "con una política de seguridad que sigue anquilosada en lo que era el conflicto con las FARC, y que solo busca eliminar a los cabecillas; lo que no resuelve el problema". Para la experta en seguridad y defensa, esta estrategia "lleva a más fragmentación y no atiende los problemas de la gente en el terreno".

En 2018, cuando Iván Duque asumió la presidencia, Colombia registraba la tasa de homicidios más baja de la historia. "Todo eso se deterioró en estos cuatro años, en donde el Gobierno ni implementó ni rompió el Acuerdo de Paz, ni tuvo políticas de seguridad claras ni ha sabido manejar la fuerza pública, permitiendo así el surgimiento de nuevas organizaciones armadas como la nueva Marquetalia, las disidencias de las FARC y el fortalecimiento de las existentes en los territorios como el Clan del Golfo y otras organizaciones herederas del paramilitarismo y el ELN", recuerda Rodrigo Umprimny, máster en sociología jurídica de la Universidad de París II. 

Economía: pobreza y desigualdad social

Colombia vivió en 2021 un estallido social sin precedentes que si bien fue exacerbado por la pandemia, ya venía cocinándose desde 2019. La pobreza monetaria —referida a personas cuyos hogares tienen ingresos o consumo per cápita inferiores al costo de una canasta total de bienes y servicios mínimos esenciales— subió al 42,5 por ciento. Así que el número de pobres pasó del 17,4 a 21 millones y, según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), el 70 por ciento de los colombianos está hoy en riesgo de caer en la pobreza.

Detrás del delicado logro de la gobernabilidad democrática, el profesor Uprimny considera que el siguiente reto a atender es el de "las tensiones entre los fuertes desequilibrios macroeconómicos y la necesidad de una vigorosa agenda social". Una tarea prioritaria, puesto que "Colombia está enfrentando una de las inflaciones más altas de los últimos 25 años y uno de los déficits fiscales más altos de la historia, debido a la recesión de la pandemia. Además, hay un Banco de la República independiente, que tiene que evitar la inflación".

Los expertos coinciden en que Colombia tiene uno de los peores sistemas de pensiones del mundo, que consume el 25 por ciento del presupuesto anual del Estado. Por lo que "una reforma pensional no da espera, tampoco una tributaria y otra política, incluyendo al sistema electoral; y una territorial, debido a que Colombia tiene unos problemas de gobernanza muy complejos", enumera Uprimny.

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Fuente: DW